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Ambos comentarios fueron retomados para criticar el sobrepeso de la familia de Escamilla, quien respondió con groserías y reto a los internautas a decírselo de frente y no detrás de una red social.
Además, presumió que él ayuda a asociaciones de niños con problemas y de la comunidad LGBTQ+ y que la gente no entendía el humor negro y por eso atacaban a su familia.
Sin embargo, la polémica continuó y viejos chistes de Franco, algunos de los cuales hacían referencia al físico de menores de edad.
Ante la presión, el comediante borró rápidamente las publicaciones que contenían estos chistes.
Hoy el comediante reveló que su hija fue hospitalizada por los ataques cibernéticos que sufrió y los comentarios en torno a su peso y su cuerpo.
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Las opiniones en redes se dividieron, porque había usuarios que criticaban el ataque a la hija del standupero, pero otros más decían que era humor negro, como el que hacía su padre.
Hubo también quienes pedían frenar los ataques a la joven y en cambio dejar de ir a los shows y ver programas de Escamilla, porque ese "sí era un mal chiste".
"El problema con hacer famosos a personajes como los Franco Escamilla, Adrian Marcelo o Chumel, es que su discurso contamina a nuestra sociedad al burlarse de personas vulnerables, mientras estos tipejos se esconden cobardemente detrás de su máscara de "soy comediante, todo es broma". Ah, pero cuando les voltean la tortilla, ahí si ponen el grito en el cielo... Dejemos de hacer famosa a gente p*ndeja, por el bien de todos", posteó un usuario de redes, @eltemagv
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