EN LA CIUDAD DE MÉXICO
Muere Ignacio López Tarso, actor de la época de cine de oro mexicano
Nació en la Ciudad de México el 15 de enero de 1925 y desde temprana edad mostró una atracción y pasión por el mundo artístico
Foto: Archivo El Gráfico
Se reportó el fallecimiento del actor de la época de cine de oro mexicano Ignacio López Tarso a los 98 años, a una semana de ser internado por neumonía.
Ignacio López López, nombre original del actor, nació en la Ciudad de México el 15 de enero de 1925 y desde temprana edad mostró una atracción y pasión por el mundo artístico.
Hijo de Alfonso López Bermúdez e Ignacia López Herrera descubrió su pasión por el teatro durante una función de carpa, en la que quedó asombrado al ver el juego de luces y sombras que se desarrollaba en el escenario.
Tras el impedimento de sus padres por ingresar a una escuela de estudios superiores, el futuro actor ingresó al Seminario Menor de Temascalcingo, donde montó sus primeras representaciones teatrales y desarrolló su gusto por la poesía, llegando a convertirse en uno de los mejores oradores de México.
Al cumplir la mayoría de edad, el actor descubrió su falta de vocación para el sacerdocio, por lo que abandonó la institución y con la necesidad de realizar el servicio militar obtuvo el grado de Sargento Primero.
Años más tarde, mientras atravesaba una difícil crisis económica, un grupo de amigos lo invitaron a trabajar en Estados Unidos, durante la cosecha de uva y naranja en California, propuesta que aceptó con el sueño de regresar con varios dólares a México.
Lamentablemente, mientras trepaba un naranjal, el joven resbaló lastimándose seriamente la espina dorsal y obligándolo a regresar inmediatamente al país con tan sólo 20 dólares en el bolsillo.
Durante su recuperación en la Ciudad de México, Ignacio López se entretenía escuchando música clásica en la radio y leyendo varios libros de poesía y teatro, entre los que encontró la obra de Xavier Villaurrutia, poeta a quién admiraba.
Después este afamado poeta lo habría invitándolo a unirse a la Academia de Arte Dramático del Instituto Nacional de Bellas Artes y quien ayudaría a la conformación de su nombre artístico: Ignacio López Tarso.
Luego de finalizar su formación dramática sobre el escenario, López Tarso incursionó en el mundo cinematográfico con diversos filmes como "Una mujer más" (1957), "Nazarín" (1958) y "Macario" (1959), esta última reconocida por su excelente interpretación y convirtiéndose en la primera película mexicana nominada a un Oscar.