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Con 20 episodios, el adelanto de esta tercera parte (recordar que la secuela directa se llamó ‘Ecomoda’, producción que no corrió con tanta suerte) ya tiene bastantes preguntas para los seguidores de la historia, ya que, en un recorrido a primer plano, se mira como Pinzón va recorriendo unas oficinas y se va encontrando a cada uno de los conocidos y nuevos personajes, quienes las miran con sorpresa.
Y es cuando entra a la oficina de su esposo, que se lleva una amarga experiencia al verla muy cerquita a una exuberante mujer, al momento que también llega su hija.
“No soy la loca que ve 'Betty la fea' varias veces, pero tocará, porque ahora quiero respuestas ¿Por qué Armando le montó cuernos a Betty? ¿Por qué todos se sorprenden por qué ella vaya a Ecomoda? Y ¿Por qué se volvió a poner ese peinado?”, fue uno de los comentarios de los fans ante el tráiler de la ahora serie.
Sin duda, uno de los personajes a seguir será el encarnado por Juanita, quien dio un adelanto de su participación a la revista ‘People en Español’, donde dijo tener una experiencia surreal: “La primera vez que me reí al lado de Betty fue icónico”, cuenta la colombiana de 27 años, quien interpreta a Mila, la hija de Betty (interpretada por Ana María Orozco) y Don Armando (Jorge Enrique Abello), los protagonistas del melodrama que llegó a ser conocida a nivel mundial.
“Fue un sueño. Ver a Betty pedir un jugo de mora, la primera vez que Hugo [Lombardi] me dijo ‘flu flu, voló’, una vez que la Peliteñida me volea el pelo y me pega con su cabello, escucharla decir ‘Marceeee’ fue como: ‘¡No puedo creer que esté viviendo esto!’”, contó la joven histrión.
Molina, quien nació en 1997, tenía apenas dos años en 1999 cuando ‘Yo soy Betty La Fea’, original del fallecido guionista y productor Fernando Gaitán, estrenó en Colombia. Ahora, a 31 años del debut en pantalla, agradeció a compañeros como Lorna Cepeda como ‘Patricia, la Peliteñida’, Julián Arango como el diseñador ‘Hugo Lombardi’ y Natalia Ramírez como 'Marcela', la otrora rival amorosa de Betty— la abrazaran desde su primer ensayo juntos. “Yo no podía de la risa”, confesó sobre el ambiente que vivió tras bambalinas.
