LLENÓ DE HITS
Luis Miguel iluminó la noche en su primer Estadio GNP
El cantante dio cátedra de romanticismo este sábado en la capital del país ante 65 mil asistentes
(Fotos: Cortesía OCESA / Liliana Estrada)
Había trascendido que Luis Miguel estaba muy emocionado de llegar por primera vez en su carrera al hoy llamado Estadio GNP, y que tenía preparada una llamarada de romanticismo con hits de inicio a fin. El 'Sol de México', como se le conoce, cumplió a cabalidad, llenó expectativas.
(Fotos: Cortesía OCESA / Liliana Estrada)
El estadio estaba completamente abarrotado de fans ansiosos por ver a Luismi en escena, justo el mismo día en el que el cantante le envió por la mañana un hermoso arreglo de flores blancas a la diva Silvia Pinal, homenajeada en el Palacio de Bellas Artes.
Un día nostálgico para México cerró con una auténtica celebración en voz de Luis Miguel y 65 mil gargantas que todo lo corearon. Desde la primera pieza, 'Será que no me amas', original de los Jackson 5, hasta 'Cuando calienta el Sol', el cerrojazo final con fuegos artificiales y un deleite de metales que hicieron bailar a Micky como en una enorme discoteca noventera, en Acapulco.
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A Luis Miguel se le vio sonreír todo el concierto. Sin perder la compostura, hacía movimientos con las manos para que se ajustaran los niveles de audio de su orquesta, que de por sí sonaba impecable, tan impecable como el propio intérprete de 'Amor, amor, amor', 'Suave', 'Culpable o no' y 'Te necesito', de lo primero en sonar en la velada.
Ataviado con un sobrio y elegante traje negro, el solista fue de éxito en éxito sin medir palabras con su público, toda la comunicación festiva era a través de esas canciones que han marcado a los enamorados, desde lo más romántico a lo más antrero, de lo más sutil a lo más movido como sucedió en 'Dame', 'Por debajo de la mesa' y 'No sé tú', estas dos últimas de la pluma de Armando Manzanero.
Sobre tres enormes pantallas aparecieron Michael Jackson, primero, y Frank Sinatra después, en 'Sonríe' y 'Come Fly White Me', respectivamente, con los que el 'Sol' cantó a dueto con mucha pasión y respeto
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(Fotos: Cortesía OCESA / Liliana Estrada)
Son tantos los éxitos de Luis Miguel, tantas historias enlazadas, que el cantante ejecutó varios medley's o popurris para abarcar el mayor número de temas, tal como sucedió cuando unió lo mejor de 'Fría como el viento' / 'Tengo todo excepto a ti' y 'Entrégate'.
Ya con todo el público en sus manos, llegó la parte de más arraigo nacional con un segmento de mariachi y fiesta mexicana, en el que no pudo faltar 'La Bikina' y 'La media vuelta' de José Alfredo Jiménez, en las que el cantante salió más suelto con una camisa negra.
El final se sentía cerca, por lo que Luis Miguel conectó intensamente con 'La incondicional', nuevamente trajeado, coreada por las 65 mil personas a todo pulmón, y hasta se dio tiempo de recordar que ya estamos en diciembre, al interpretar la amigable 'Santa Claus llegó a la ciudad'.
La hora y media de concierto se sintió como de 45 minutos. Toda esa lluvia de emociones sucede tan de prisa que la multitud quiere más. Los fans le piden otra pieza más a Luismi luego de que hicieran sonar el último popurrí de la noche con los himnos pop 'Ahora te puedes marchar', 'La chica del bikini azul', 'Isabel' y 'Cuando calienta el Sol'.
Sin embargo, Luis Miguel ya lo dio todo, ya no habrá más. Su enorme gala de músicos se enfilan para despedirse del público, al igual que las bellas coristas desde unos escalones más arriba del escenario. Todos lucen satisfechos tras haber sonado impecables a lo largo del concierto, son cracks cada uno en su propio instrumento, bajo la batuta del maestro Kiko Cibrián.
Una explosión de pirotecnia sacude al Estadio GNP, y el cantante, quien cuidó su garganta al evitar llegar a las notas más altas en ciertas canciones, se desaparece del entarimado en la obscuridad.
El brillo del 'Sol' resurgirá esta noche de domingo en su segunda fecha en este recinto que le hacía falta en su camino musical luego de haber reinado en el Auditorio Nacional por muchos años y recientemente en la Arena Ciudad de México.
Seguramente tampoco hoy faltará ese famoso brinquito de su patente con el que el cantante marca el final de una canción y, de paso, muestra una jovialidad que absorbe del escenario y de sus fans. Por que sí, Luis Miguel, a sus 54 años, luce aún con mucha energía para seguir y va por más, muchas noches más así de brillantes.
(Fotos: Cortesía OCESA / Liliana Estrada)