En un evento íntimo pero lleno de emociones, amigos y familiares de
Dulce se reunieron en la Basílica de Guadalupe para ofrecerle una misa de despedida. Romina Marcoli, hija de la fallecida cantante, fungió como anfitriona del homenaje a su madre, quien falleció en vísperas de Navidad.
“Hoy mi corazón está lleno de gratitud hacia Dios. No pude tener mejor mamá. Sé que estas lágrimas no cesarán pronto, pero en estos momentos solo puedo decir gracias”, expresó Romina, de 37 años, tras un prolongado silencio que desató
rumores sobre un distanciamiento con su madre.
La
ceremonia, marcada por aplausos y muestras de condolencia, contó con la presencia de su exesposo Luis Marcoli, entre otros miembros de la familia. Durante el evento, fue entregada la urna que contiene las cenizas de Bertha Elisa Noeggerath Cárdenas, originaria de Matamoros, Tamaulipas, quien perdió la batalla contra el cáncer de pulmón a los 69 años.
En el altar, una imponente imagen de Dulce presidió la misa, recordando su legado artístico y personal. La cantante, conocida por su participación en exitosos proyectos como "Las Leonas", "GranDiosas" y "Perfume de Gardenia", dejó una huella imborrable en el mundo del espectáculo.
Los asistentes, profundamente conmovidos, destacaron el talento y carisma de Dulce, elementos que siempre la hicieron brillar. Este homenaje no solo honró su vida, sino que también celebró su impacto en la música y el teatro, recordando a una artista que seguirá viva en los corazones de muchos.