OPINIÓN DE GIL BARRERA
Escándalo sobre Silvia Pinal en silla de ruedas exhibe grave problema con los famosos
(Foto: Archivo El Gráfico)
El productor Reynaldo López arrancó las grabaciones de ‘Tal para cual’, una serie inspirada en las emblemáticas “Nacas” de La Hora Pico y en lo que pasó 14 años después con los personajes encarnados por Consuelo Duval y Lorena de la Garza.
Para gusto de los televidentes, Reynaldo está reuniendo un elenco de primer nivel, muchos de ellos pasaron la escuela de ‘La Hora Pico’ como Reynaldo Rossano, Gustavo Munguía, Javier Carranza ‘El Costeño’, entre otras estrellas que se estarán incorporando en los 12 episodios.
Uno de los principales retos que enfrenta esta serie radica en el tratamiento de la comedia; ahora, todos son muy sensibles.
Hace 14 años hablar de las ‘nacas’ no era un tema “delicado” y aún cuando el enfoque pudiera ser despectivo, se tomaba como autoelogio porque, paradójicamente, ‘La Hora Pico’ volvió a ‘las nacas’ un producto aspiracional.
Sus frases trascendieron y las adoptó la audiencia. Todavía hay frases de la Nacaranda que forman parte de nuestro naco interno que se asoma siempre y más cuando las cosas se ponen difíciles.
Por ello, vale la pena no perder de vista a ‘Tal para cual’, una comedia tradicional que nos sacará de lo acostumbrado y mostrará un espejo de nuestra realidad.
MÁS ALLÁ DEL ESCÁNDALO, la figura de Silvia Pinal debería representar para los medios del espectáculo un emblema de respeto y admiración.
La semana pasada, tras anunciar que no daría la función de ‘Caperucita, ¡qué onda con tu abuelita!’ por cuestiones de salud, más de dos decenas de reporteros y camarógrafos se arremolinaron ante ella y se armó un escándalo de dimensiones nunca antes visto.
Más allá de la forma en que los compañeros busquen su información, lo lamentable es que sigue sin existir un protocolo de seguridad para la prensa y artistas en cualquier evento.
Las piteras alfombras rojas que organizan muchos publirrelacionistas no cuentan con vallas y confiar en el criterio de contención de algunos reporteros es creer en ‘cuentos de hadas’.
Es urgente que dentro de los presupuestos de los productores y creadores de espectáculos se consideren los protocolos de seguridad.
No estamos exagerando, ver el cuerpo inerte de doña Silvia en medio de mucha gente, sin ninguna protección más que los brazos de su publirrelacionista, la tenía en vilo.
Es urgente enfocarse en la profesionalización del medio, protocolizar las alfombras puede evitar desgracias y beneficiará a todos, no lo echen en saco roto.
Nos leemos la próxima, aquí donde quizá hablemos de ti.