ESTADO DE MÉXICO.– Ana María –una mujer en condición de calle que también era sordomuda y tenía movilidad reducida–, murió calcinada en la choza en la que dormía con sus cinco perritos, algunos de los cuales también murieron incinerados.
Junto con su padre Antonio, Ana María Hernández vivía en una casa precaria construida con madera y lonas sobre la Calle Lázaro Cárdenas de la Colonia Progreso de Oriente, donde se dedicaban a recolectar material reciclable para subsistir.
La noche del 13 de diciembre pasado, “El Kiko”, un sujeto adicto a las drogas que también se dedica al robo, agredió a Antonio y lo amenazó con volver para violar a su hija y matarlos.
El sujeto cumplió sus amenazas durante los primeros minutos del miércoles pasado y prendió fuego a la vivienda, donde se encontraba Ana y sus perros, muriendo casi todos al interior de la casa, sólo dos canes lograron salir.
“Al señor no le quieren entregar el cuerpo de su hija y que a lo mejor dejaban libre al que quemó la casa, la chica y los perritos. El señor Antonio se quedó sin casa y no tiene dónde vivir”, contó Lidia Florencio, de la Colectiva Justicia para Diana, que apoyó a Antonio.
Diferentes colectivas contra el feminicidio denunciaron el caso y la revictimización que Antonio ha sufrido de las autoridades ministeriales, quienes le han dicho que no le pueden entregar el cadáver de su hija si no presenta documentación, pero los pocos documentos terminaron hechos ceniza en el incendio.
La Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh) emitió una carta en la que exige la intervención urgente de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado de México (CEVAEM).
La Limeddh exige brindar apoyo jurídico y económico para que el cuerpo de Ana María sea entregado a su padre y con ello evitar que vaya a una fosa común, así como, realizar una investigación para castigar al responsable.
También pidieron apoyo para Antonio, quien se encuentra en situación de extrema vulnerabilidad, pues por tratarse de un adulto mayor, ahora vive en la calle sin recursos para alimentarse.
