El caso del beso no consentido entre el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), , y la futbolista Jennifer Hermoso tras la victoria de España en el Mundial femenino en Sídney 2023, ha entrado en una nueva fase judicial con la presentación de recursos por todas las partes implicadas ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

La defensa de ha recurrido la sentencia que condenó a Rubiales por agresión sexual pero lo absolvió de coacciones, solicitando que tanto el expresidente como Albert Luque, Jorge Vilda y Rubén Rivera sean condenados a un año y seis meses de prisión por el delito de coacciones.

En su recurso argumenta que "las amenazas y consecuencias" de las presiones que recibió Hermoso "eran reales".

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Además, pide que se revoque la sentencia en cuanto al delito de agresión sexual y que, en lugar de la multa impuesta de 10.800 euros, se le condene a un año de cárcel.

Por su parte, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha presentado un recurso solicitando la nulidad del juicio tanto para Rubiales como para los otros tres acusados, pidiendo que se repita ante un nuevo magistrado "no viciado" y con "apariencia de parcialidad". La teniente fiscal, Marta Durántez, denuncia que durante las nueve jornadas del juicio "se utilizó de forma reiterada un tono irrespetuoso con las acusaciones", haciendo "imposible el desarrollo de su función como acusación pública".

Durántez califica la aplicación del tipo atenuado y la imposición de una pena de multa como "una ofensa para la víctima y para las víctimas de agresiones sexuales" y "sin duda un mal precedente", solicitando para Rubiales la pena de un año de prisión por el beso a Hermoso. Respecto al delito de coacciones, pide que se condene a Rubiales y los otros tres acusados a las penas que reclamaba y al pago de una indemnización conjunta a la víctima de 50.000 euros.

En contraste, la defensa de Luis Rubiales ha solicitado revocar su condena por agresión sexual insistiendo en que el beso fue un signo de "euforia" sin ánimo sexual. Su abogada, Olga Tubau, argumenta que para atribuir ese delito en un acto "ambivalente" como ese, es necesario que haya ánimo sexual, algo que, según ella, no se ha probado.

La defensa cuestiona que el juez haya dado "plena credibilidad" a la víctima, subrayando la supuesta "inconsistencia" de la declaración de Hermoso e insistiendo en que el beso fue consentido. Además, interpreta que el comportamiento y las manifestaciones posteriores de la jugadora son "absolutamente incompatibles" con ese delito.

Como último recurso, la defensa apela al principio de "in dubio pro reo", solicitando que se tenga en cuenta que existe una "duda razonable" sobre si el beso constituyó agresión sexual y que, ante esa duda, se debe absolver al acusado. Describe lo ocurrido como un "signo o muestra de alegría en un momento de efusión por la victoria del Mundial", negando contradicciones en las declaraciones de Rubiales.

El recurso de Rubiales cuestiona que el juez no haya dado credibilidad a la pericial de lectura de labios con la que intentó acreditar que pidió permiso a Hermoso, argumentando que "no se pide permiso, cuando existe una relación de cierta confianza y amistad, para dar un beso en la mejilla".

- Con información de EFE

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