El 10 de febrero de 1903 nació aquel futbolista que sería conocido por ser el único en plantarle cara a , hablamos de nacido en Kozlov pero vivió en Viena tras mudarse rápidamente con su familia cuando era un niño.

En ese tiempo el futbol entraba en la sociedad como un medio apaciguador para que la gente se distrajera de lo que dejó la Primera Guerra Mundial, fue así como Matthias Sindelar llegó al Hertha de Viena con tan solo 15 años de edad, él era un simple estudiante que además trabajaba como cerrajero. Una vez aquí, fue apodado como ‘Der Papierene’ (Hombre de Papel), fue apodado así por ligereza y velocidad dentro del campo de juego.

Años después y con el despliegue de su juego su apodo cambió a “Mozart del Futbol”.

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Tuvo una carrera deportiva llena de éxitos nacionales e internacionales; sin embargo, todo cambió el 12 de marzo de 1938, Austria fue anexionada a la Alemania Nazi. El Austria de Viene, equipo donde militaba en esta parte de su carrera, tenía mucha influencia judía dentro del club: jugadores, staff, directivos eran judíos. Sindelar contaba con ascendencia judía.

Durante el holocausto muchos aficionados del FK Austria Viena fueron asesinados, el club fue arianizado (expulsión de judíos de la vida empresarial en la Alemania nazi y en los territorios ocupados por las Potencias del Eje).

Tras la anexión de Austria, la Alemania Nazi intentó integrar a los mejores jugadores en el equipo alemán para organizar un duelo amistoso ante Austria, el “Partido de la Reunificación”.

Durante el primer tiempo de este partido los austriacos no jugaron con importancia; sin embargo, al arranque del segundo tiempo nuestro protagonista daría un cambio a esta historia.

Comenzó a jugar y rápidamente anotó el primer gol del encuentro, la celebración fue más allá de un simple grito de gol, evadió a sus compañeros, fue hacia la grada donde se encontraban los oficiales del Tercer Reich (tercer imperio), los miró con una sonrisa en su rostro y comenzó a bailarles.

Ante este hecho los oficiales nazis no podían ocultar su descontento hacia el jugador, por su parte, la afición estaba anonadada y la única respuesta que hubo fue murmurar, sabían la importancia de este hecho y lo peligroso que había sido. Fue así como Austria cometió uno de los mayores actos de rebeldía ante la Alemania Nazi.

Este fue el último partido oficial de Sindelar, un año después su novia y él fueron encontrados muertos en su departamento por una supuesta intoxicación mor monóxido de carbono.

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