BACTERIA LO TENÍA EN JAQUE
Muere a los 52 años, André Marín, uno de los periodistas deportivos más reconocidos en México
Teía tan sólo 52 años de edad
(Foto: X)
Tras varios años luchando contra una fuerte bacteria que lo había mantenido en el hospital, la mañana de este 16 de septiembre se dio a conocer la lamentable muerte a sus 52 años, de André Marín , uno de los periodistas deportivos más reconocidos en México.
Fue en 2022 cuando el propio Marín, quién aún laboraba para Fox Sports, compartió en una entrevista que antes de la pandemia del Covid-19 estuvo a punto de verse la cara con la muerte, tras contraer una peligrosa infección causada por la bacteria llamada Clostidium Difficile.
Por dicha bacteria, el comunicador iba de hospital en hospital por complicaciones con su salud, hasta que finalmente, su cuerpo dejó de soportar y sus ojos se cerraron para la eternidad.
Lee también: ¿De qué se tarta la enfermedad que tenía André Marín?
Hace 10 días se dio a conocer que André Marín regresó al hospital, por la misma causa y sus allegados comenzaron a sentir aún más preocupación.
Así se transmite la bacteria que acabó con la vida de André Marín
Clostridioides difficile, bacteria que puso en jaque al periodista deportivo, es descrita por los especialistas de la Clínica Mayo como la causa una infección del colon, cuyos síntomas pueden incluir desde diarrea hasta daños en el colon potencialmente mortales.
“La enfermedad suele aparecer después del uso de antibióticos. Afecta sobre todo a personas mayores en hospitales o en centros de cuidado a largo plazo”, detalla el centro de salud de Minnesota. “Algunas cepas de la bacteria que pueden causar infecciones graves son más propensas a afectar a personas jóvenes”, como es el caso de Marín.
Esta bacteria entra en el organismo a través de la boca para alomarse y reproducirse en el intestino delgado. Cuando llegan al colon, las bacterias pueden liberar toxinas que dañan los tejidos. Estas toxinas destruyen las células y causan diarrea acuosa.
Fuera del colon, las bacterias no están activas, pero sí vivas, por lo que se propagan con falicidad. No lavarse las manos ni limpiarse bien facilita la propagación de estas bacterias.
Algunas personas son portadoras de la bacteria C. difficile en sus intestinos, pero nunca enferman a causa de ella, mas sí pueden propagar la infección sin estar enfermos.
Cuidado con los antibióticos
Una parte de especial importancia en este tema tiene que ver con el uso indiscriminado de los antibióticos.
“Los intestinos albergan una gran variedad de bacterias. Muchas de ellas ayudan a proteger el organismo de las infecciones. Los antibióticos que tratan una infección tienden a destruir algunas de las bacterias beneficiosas del organismo, así como las bacterias causantes de la infección”, explica la Mayo.
Por eso, sin suficientes bacterias útiles para mantenerla bajo control, la C. difficile puede crecer rápidamente sin control. Cualquier antibiótico puede causar una infección por C. difficile, pero los que con más frecuencia la promueven son:
Clindamicina.
Cefalosporinas.
Penicilinas.
Fluoroquinolones.
Los inhibidores de la bomba de protones, medicamento para reducir la acidez estomacal, también puede aumentar el riesgo de infección por C. difficile.