Futbolistas mexicanos tienen talento, pero les falta hambre para crecer

Cuando la Selección Mexicana conquistó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el futbol nacional confirmó que tenía a otra “generación dorada”.

Sin embargo, todo parece ser una utopía. Surgen, ilusionan y se esfuman. Así ha pasado con todas las anteriores y contados son los casos de futbolistas que logran consolidarse en algún club, y ni qué decir de probar suerte en el futbol europeo. A nivel selección, más de lo mismo en los mundiales.

Entre los altos costos de sus cartas, elevadas pretensiones y una innegable comodidad en la Liga MX, cada vez es más complicado que las ‘joyas’ del Tri emigren al ‘Viejo Continente’ por un crecimiento futbolístico.

Uriel Antuna llegó a Cruz Azul; Roberto Alvarado a Chivas; Luis Romo se acerca a Rayados y Carlos Rodríguez está próximo a La Máquina. Todos medallistas olímpicos, con una gran calidad, tan lejos de Europa y muy cerca de la Liga MX.

Después de su actuación en los Olímpicos, Alexis Vega fue seguido por clubes europeos y parecía que brincaría el charco; ahora suena para Monterrey.

En México, también existen salarios que podrían ser una dulce tentación para los jugadores. Rayados y Tigres se han convertido en un destino difícil de rechazar para los juveniles.

Erick Aguirre, César Montes, Rodolfo Pizarro, Carlos Rodríguez, Jürgen Damm, Jesús Angulo y Sebastián Córdova.

Ellos deberían soñar en Europa, pero todo queda en una lista de promesas cada vez más larga.