Dani Alves se embriagó antes de presunto abuso sexual, según testimonios

La segunda audiencia del caso sobre el presunto abuso sexual cometido por el futbolista Dani Alves en diciembre del 2022, tuvo lugar este martes en Barcelona. La jornada se centró en la fiesta que agarró el jugador con sus amigos y el estado en el que llegó a su casa, donde lo esperaba su aún esposa, la modelo Joana Sanz.

Dani Alves durante juicio (Foto: X)

De acuerdo con la versión de los tres amigos que acompañaron aquel día a Alves, se juntaron desde las 2:30 en La Taverna del Clínic para comer. “Pasamos mucho rato, estuvimos hasta la una de la madrugada porque hacía mucho tiempo que no nos veíamos”, dijo Bruno Brasil, amigo del futbolista, y agregó: “Dani, seguramente, tomó una botella y media de vino y unas dos copas de whisky”.

“Junto con Ulisses (el tercer amigo presente en la convivencia) fue el que más bebió”, expresó Thiago, otro de sus amigos.

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Alrededor de la 1:00 am del 31 de diciembre, se dirigieron al Nuba, un restaurante bar al este de Barcelona. “Pedimos cuatro copas de gin-tonic entre los cuatro”, señaló Ulisses, quien también dijo que cuando se retiraron del lugar, Dani salió “alterado, en el sentido de que bebió bastante alcohol”.

Ante el jurado, Ulisses y Thiago sentenciaron que decidieron marcharse a sus casas, por lo que Bruno y Alves tomaron camino rumbo a Sutton, lugar en el que se habría cometido la violación. “Es un cliente habitual, no estaba como siempre, yo notaba que había bebido o que había tomado algo”, dijo Robert Massanet, director del lugar.

En Sutton pidieron una "magnum de cava", botella más grande de lo habitual, de la cual, Alves habría bebido cuatro copas y después Bruno invitó a la víctima y su acompañante a la mesa en el área VIP. "(La víctima y sus amigas) lo estaban pasando muy bien", entre el baile de Alves y Anna había “una química respetuosa, sexual, pero respetuosa”, explicó el amigo.

Robert, director de la discoteca, vio a las chicas platicando con el portero, se acercó a preguntar lo que pasaba y se enteró del abuso, por lo que de inmediato pusieron en marcha el protocolo.  “Costó muchísimo que nos dijera lo que había pasado”. “La invitamos a la sala de al lado para que estuviera más tranquila”.

Esta versión fue respaldada por los dos agentes de los Mossos d’Esquadra que atendieron la emergencia en el local, y señalaron lo mismo que la víctima y sus testigos el lunes pasado. “Inicialmente no quería declarar, porque tenía miedo por la repercusión” que eso implica, “que se hiciera público su nombre” y además “se creía que era ella la culpable de lo sucedido”. “Tuvimos que calmarla, contarle que era la víctima (…) Estaba en shock”.

Joana Sanz, esposa de Dani Alves y amigos del futbolista (Foto: X/ EFE)

Por su parte, Joana Sanz apuntó que pasando las 4:00 am, Alves llegó “muy borracho y oliendo a alcohol”. “Cuando entró en la habitación… tenemos varios muebles, y se chocó contra el armario […] y se desplomó en la cama”.