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Por: Aarón Barrera
Sin embargo, lo que parecía un balón perdido sin mayor peligro terminó en gol, pues Guido Pizarro empujó la esférica a su propia puerta al puntearla, sin dejar oportunidad al portero Nahuel Guzmán. Así, los Gallos ya tenían ventaja al minuto 25.
A partir de ese momento los queretanos se soltaron en el campo y tomaron el balón para buscar hacer daño y lograron jugar en cancha felina. Tigres perdió el dominio y por momentos el juego se disputó a contragolpes.
Lo que era un escenario ideal parecía que duraría poco tiempo, pues un penal en contra nublaba el cielo a los queretanos. En una llegada de Fernando Gorriarán, el defensor Raúl Sandoval se desconcentra y jala el balón con la mano dentro del área, ante lo que el silbante Ismael López Peñuelas decretó la pena máxima de inmediato.
Ante la ausencia de Gignac, el delantero Nicolás Ibáñez tomó el esférico para enfrentarse al portero Fernando Tapía. El nueve argentino colocó el balón en el manchón, y con una carrera lenta se aproximó para cobrar. Sin embargo, el joven arquero hizo gala de su talante en la pena máxima, pues cuando parecía todo perdido se recostó de buena forma a su costado izquierdo, abajo, para atajar el balón y evitar el gol al 42.
Tras el penal fallido, los Tigres retomaron el balón y comenzaron a atacar. Sin embargo, al arranque del segundo lapso Mauro Gerk hizo ajustes en su cuadro y consolidó la ventaja. De esta manera el segundo tiempo fue una constante cerrazón en defensa de los Gallos, ante unos Tigres que comenzaron a nublarse poco a poco.
Jugando en bloque, muy ordenados, nulificando los espacios, los queretanos complicaron el juego a los subcampeones dirigidos por Robert Dante Siboldi. En ese tenor, los Gallos se animaron para contraatacar, y al 68 el portero Guzmán tuvo que exigirse para evitar que un centro cerrado entrara a su arco, y luego tuvo que reaccionar ante un contrarremate en el área chica, evitando así el segundo tanto gallo.
Pero Tigres aprovechó el atrevimiento queretano y con ello comenzó a jugar con el mismo vértigo. Fue así como Diego Lainez estrelló un balón en el poste al 71, en lo que era la jugada más clara hasta el momento de los Tigres. Y en esa dinámica cayó el empate felino.
Un contragolpe mal aprovechado por Gallos terminó jugándoles en contra, pues Tigres logró posicionar a Ozziel Herrera de cara al arco. Fue un pase filtrado con el que entró totalmente sólo al área, para marcar su primer gol del torneo a quemarropa del portero Tapía, dando el punto a su equipo al 76. Incluso, el mismo Ibáñez tuvo una oportunidad de marcar de cara al arco al 82, pero no tuvo el acierto suficiente y quedó el juego en empate.
