Estimados amigos de Él Gráfico, con gran placer les comparto que continúo en el bello Japón y, sin lugar a dudas, este es el segundo país en donde han habitado los mejores luchadores profesionales del mundo (después de México). Esto no es algo nuevo, pues desde la época de oro de la lucha libre mexicana los japoneses han sido rivales difíciles de vencer.
Según la historia de este deporte, uno de los más antiguos fue Sorakichi Matsuda, quien ante fue combatiente de sumo y le siguieron otros grandes como Rikidozan, Antonio Inoki y Gigante Baba, por nombrar a los más famosos.
Cuando yo era un joven aficionado y veía luchar a mi padre El Santo, recuerdo a rivales y compañeros de él en México como Mr. Koma, Kantaro Hoshiho "Yamamoto", Kengo Kimura "Pak Choo", Tataumi " Ring" Fuginami, Satoru Sayama y Gran Hamada, entre muchos otros que poseían recursos y técnicas luchísticas excelentes.
Sin embargo su estilo era más efectivo que alegre y fue así que empezaron a aprender y a desarrollar movimientos más espectaculares que agradaban al público mexicano, pero a los japoneses los volvían locos. Después de permanecer por algunos años en nuestro país, Satoru Sayama regresó a Japón y se enmascaró creando el personaje "Tiger Mask" , convirtiéndose en el luchador japones más popular y famoso.
Lo más curioso era que en Japón todos conocían su rostro y sabían que bajo la máscara de este ídolo estaba Satoru Sayama. A diferencia de México, en aquel país la incógnita no es algo importante.
Después de Sayama llegaron nuevos luchadores a darle vida al Tigre Enmascarado pero jamás fue lo mismo, pues el original dejó un enorme legado. En Japón actualmente continúa activo un gran luchador quien posee peso, estatura y un estilo alegre, similar al que tuvo Saturo Sayama.
Dicho luchador es mi querido compañero y amigo Yoshigiro Asai, quien llegó a nuestro país en los años de 1990, logrando conquistar a los mexicanos en el Toreo de Cuatro Caminos y en la Arena México y esto sucedió cuando la creatividad de Antonio Peña lo convirtió en El Último Dragón, quien hoy continúa activo no sólo en nuestro país, también el Japón y muchos lugares del mundo.
En esta ocasión, después de muchos años, volví a compartir el ring con él. Pero en este viaje también descubrí que además de ser un gran anfitrión, en su país es muy querido por el público nipón. Gracias Asai, un placer viajar contigo!
Nos leemos la próxima semana, para que hablemos sin máscaras.