Amigas traviesas

Sexo 30/01/2019 05:18 Helena Danae Actualizada 21:10
 

Empezó a chuparme las ‘lolas’ y yo solo podía apretar los ojos y acariciar su cabello, tomé su mano y la puse sobre mi teta y apreté sus dedos con los míos, para que pellizcara mi pezón, cuando entendió que lo quería rudo me apretó más fuerte, no pude evitar soltar un grito por el placer, me encanta que me aprieten los pezones.

Así continuó mi aventura con la amiga que me acompañó a la firma de calendarios, ahor así les doy más detalles de lo qué pasó ese día en el baño.

Se hincó frente a mí y me bajó la tanga, levantó mi pierna y metió su cara justo en mi abdomen, lamió mi ombligo y mi rodilla descansaba en su hombro, bajó con su lengua de fuera, pasándola por toda mi piel hasta la entrepierna, chupó fuerte mi clítoris y lo succionó, mis manos vacilaban sobre detenerse de las paredes o presionar su cabeza contra mi cuerpo. 

Empezó a lamerme y metió su lengua en mi centro, hacía maravillas, como si su lengua fuera una extremidad muy ejercitada, la metía y sacaba ¡vaya que se sentía larga! La sacaba para pasarla completamente por toda mi amiga, su lengua cubría de labio a labio, mis piernas estaban empapadas, de saliva y del flujo por el placer que me daba. 

Se levantó y comenzó a besarme, desabrochó su pantalón, lo bajó y me di cuenta que en sus calzones había unas bolas metálicas, eran bolas chinas (son bolitas que te metes en la vagina para ejercitarla y como placer), son pesadas, así que debes retenerlas, ella ya estaba excitada, así que las había dejado salir durante el encuentro.

Ella tomó una bola y la metió a su boca, me tomó la cara, puso la bola frente a mí y me dijo: sopla, obedecí y entonces la bajó y me la metió, estaba fría, para eso me había pedido soplar, con  sus dedos cerró mis labios vaginales, para que no se saliera, hizo una presión para mantenerla dentro, es tan difícil explicar lo que sentí, pero fue un orgasmo al instante, yo tan caliente, mi centro ardiendo y ese choque de temperatura con la bola metálica tan fría fue espectacular, apreté las rodillas y no pude más, quité su mano y puse la mía, expulse la bola junto con un squirt, no podía evitarlo ¡debía explotar! apreté los ojos y justo cuando los abrí, ella estaba recargada en la pared, con una mano en su teta y la otra en su clítoris, abriéndolo y jalándolo, moviéndolo. 

Apretaba sus labios para no hacer ruido, la abracé y puse mis dedos dentro de ella, los saqué y los lamí, me encanta su sabor, seguí metiéndolos, me hinqué y con mis dedos daba vueltas dentro de ella, con mi lengua movía su clítoris, empecé a morderlo suave y mientras lo apretaba con mis dientes mi lengua le daba caricias, ella estaba tapándose la boca para que no se le escapara ningún gemido. Continué hasta que no pudo resistirse, gritó y sentí cómo mis dedos escurrieron su explosión, mi mano estaba empapada, saqué mis dedos y pasé mi lengua entera por su vulva, la limpié y luego subí, lamí mis labios y tragué todo lo que había dentro de mi boca. 

La besé y entonces empezamos a reír, era como una risa nerviosa o de placer, una mezcla de ambas. Nos vestimos y salió ella primero del baño y entre nervios salí yo. Para mi sorpresa había una banda tocando justo afuera del baño, así que no se había escuchado nada. Pedimos la cuenta y nos fuimos, contentas por nuestra travesura.

Espero que les haya encantado mi aventura y que se imaginaran todo. 

¡Los adoro! 

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