Me imaginé con un fan

Hola, mis amores, muy feliz y excelente miércoles para todos y todas. Desde aquí donde estoy les mando la mejor de las vibras para que su semana sea excelente, atreviéndome a decir que sea de las mejores de su mes.

Les recuerdo que mi correo está abierto para ustedes, me encanta leer sus comentarios, sugerencias y sus anécdotas, se los dejo para que puedan escribirme [email protected]. Y empiezo con esto porque por ahí recibí un correo donde me pedían que hiciera una columna con una anécdota sobre mi encuentro con un fan. Así que aquí les voy a contar una escena candente con uno de ellos.

Imagina que eres tú ese fan afortunado llegando a una cena que organicé para convivencia, ya hay otras cuatro personas sentadas en la mesa y tú llegas un poco tímido, yo levanto la mirada y te observo fijamente a los ojos, sonrío y le pido a uno de los meseros que acerque una silla para ti, te sientas al frente mío, estamos en un restaurante bar, en una mesa que está al aire libre. 

Todos cenamos y luego nos quedamos platicando un rato, nuestras miradas se cruzan en momentos durante la charla y tú sólo me sonríes. Terminamos un poco tarde y me levanto para abrazarlos a todos y darles las gracias por haber asistido. Comienzan a retirarse y yo me quedo recargada en el barandal fumando un cigarro, te acercas y te beso en el cachete, te dedico otra sonrisa y me giro para caminar con un mesero que me acompañará a la salida, caminas hacia tu coche y justo cuando estás abriendo la puerta te digo: ¡Hola! giras y estoy detrás de ti con mi vestido verde sin mangas y una gabardina negra, te pido que me dejes sentarme un momento en tu coche, para quitarme los tacones que me están matando. 

Tú, nervioso, abres la puerta y me dejas pasar, me quito los zapatos y te pido poner algo de música, escuchamos Two feet, te pregunto si puedo fumar en tu auto y me bajas el cristal para poder sacar el humo, platicamos por un buen rato, hasta que te digo que es hora de irme, te ofreces a llevarme, pero te respondo que traigo mi auto. Bajo del coche descalza y tú te acercas para despedirte, cuando nos abrazamos me quedó ahí pegada a tus brazos, levanto mi cabeza y miro tus ojos, entonces te beso, tomo tu cabeza y sigo besándote, terminamos dentro del coche, tú sentado en el lugar del piloto y yo arriba de ti, los besos se intensifican.

De un jalón dejo mis tetas de fuera, tomo una y la meto en tu boca, tú feliz empiezas a lamerla y morderla, levanto mi vestido y saco de mi bolsa un condón, te lo doy para que te lo pongas, y mientras lo haces, pongo mi vagina húmeda en tu abdomen, levantándome para darte espacio, ahí te das cuenta que no tenía ropa interior, cuando terminas, solo bajo mi cuerpo y con mi mano apunto tu ‘amigo’ para poder penetrarme, cuando está completamente dentro echo un suspiro y te miro fijamente, comienzo a montarte y tus ojos están clavados en los míos. Continuo más rápido teniéndola toda dentro, hasta que logro terminar, así aprieto tu cuerpo contra el mío y tu boca queda en mi cuello, me muerdes un poco y lames mi barbilla, seguimos besándonos y yo sigo haciéndotelo.

De pronto, me dices que espere porque estás a punto de terminar, pero te sonrío y comienzo a apretarte leve y a moverme con más ritmo, veo tu expresión y no puedes controlarte así que solo explotas, te beso en la frente y me levanto para dejarte limpiar, me acomodo la ropa y abrocho los zapatos, salgo del auto y te sonrió mientras tú sigues limpiándote, camino y me subo a mi auto que está justo al frente del tuyo. Y así me ves irme, muy feliz por lo que acaba de suceder.

Espero que les guste esta anécdota dedicada a ustedes mis fans, seguidores y lectores. 

¡Nos leemos la próxima semana! ¡Los adoro!