UNEN FUERZAS
Tras sufrir violencia vicaria, crean red de ayuda para las mujeres e hijos afectados
Jennifer pretende dar un apoyo integran a todas las que lo necesiten
(Foto: Francisco Rodríguez, El Gráfico)
Jennifer Seifert vivió en carne propia la violencia vicaria cuando se separó de su pareja y eso la impulsó a ser activista por el derecho de las mujeres y de sus hijos que son separadas por culpa de un padre violentador desde el noviazgo hasta el matrimonio y la ruptura que es cuando se pone más peligroso y este Día de la Mujer quiere que sepan que hay quién les ayude.
Hoy sabe que una mujer puede tardar hasta nueve años en detectar una relación violenta que luego se convierte en un matrimonio igual y una separación sufrida, angustiante y peligrosa, por eso decidió formar el Frente Nacional Contra la Violencia Vicaria y este jueves fue una de las cinco ganadoras de "The Rose Project", una iniciativa global creada por Häagen-Dazs que invitó a mujeres de todo el mundo para reconocerlas como pioneras desconocidas, en honor a la cofundadora de la marca, Rose Mattus.
Pero Jennifer va más allá de la violencia vicaria con su fundación que pretende ayudar a la mujeres a lograr esa separación, recuperar a sus hijos y a los pequeños a repararse del caño que les provoca todo ese trance de vivir entre gritos, pleitos, golpes y separación.
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“Nosotros buscamos dar apoyo psicológico y legal a las mujeres y mamás que a veces no trabajan y no tienen cómo pagar un abogado para defenderse y no perder a sus hijos y de igual manera les damos ayuda psicológica”, relató Saifert.
En su organización son 4 mil 200 mujeres de todos los estados y con el apoyo recibido por ser una de las ganadores de ‘The Rose Projet! planea conseguir abogados y psicólogos para todo el país y crear su propio equipo.
“Queremos que sea un equipo confiable, porque en el tema legal de lo familiar es donde los abogados toman más ventajas, porque hay dinero porque las madres hacen todo lo posible por no perder a sus hijos y además son juicios largos que ellos abusan para conseguir más dinero por la tardanza”, dijo y recordó que también hay mucha corrupción entre abogados, jueces y demás que al tener a su propio personal lo evitarían.
La Ley de la Violencia Vicaria es relativamente nueva y esa es otra parte que complica arreglar estos conflictos y en lo que Jennifer y su equipo trabajan porque “hay una combinación de cosas que complican todo, uno es el desconocimiento de la ley la capacitación que tienen los jueces y ministerios públicos para aplicarla y que sepan que debe ser con perspectiva de género, dos es la corrupción que hay, también hemos encontrado machismos de jueces y juezas carentes de empatía. De hecho a nosotras nos han buscado para hablar con ellos sobre la perspectiva de género y la violencia vicaria” aseguró.
Niños también sufren la violencia de género
Algo en lo que más han puesto empeño y que casi nadie ve es en el sufrimiento de los niños, los hijos de estos padres en conflicto que además de estar en un ambiente de violencia, son separados de la madre al quedarse con el padre violento, sufren de control coercitivo y todo eso los abruma mentalmente.
“Esos pequeños cuando crezcan pueden convertirse en imitadores, replicar la violencia, repetir patrones y es responsabilidad de todos que crezcan sanos. Por supuesto que el estado mexicano tiene una deuda con las infancias y adolescencias. En México los DIF muchas veces son lugares horribles y está peor que como estaban en sus casas y nosotros no vemos una intención clara hacia las infancias y aunque suene muy romántico, los niños son el futuro del país y se pierde de vista la violencia en la que viven”, señala la activista.
Porque reconoció que desde el momento en que hubo violencia “y se quita ese apego materno en la primera infancia, que está estudiado que es de suma importancia para ellos, y pasan a un ambiente permisivo, sin control, sin el amor de una madre y con el padre que fue violento se pierde lo básico”.
Por eso, además del Frente Nacional de Violencia Vicaria “vamos a crear el Frente Nacional para Infancias y Adolescencias’ con una plataforma para que los niños violentados puedan contactarnos y reciban contención y un apoyo legal. Hay niños que buscan ayuda y no hay nadie que los ayude, a veces buscan a un vecino y el vecino que no sabe qué hace los regresa con el violento y queremos que nos puedan contar de manera directa lo que están viviendo, que sepan que son sujetos de derecho y no objetos y así hay que tratarlos”.
Pero toda esta ayuda la harían con los cuidado y la legalidad necesaria, “buscamos dar contención, ubicar a la mamá, no nos vamos a meter al caso, muchas veces con la Alerta Amber vamos con la mamá y sabemos que es un niño sustraído de los brazos de ella y nuestra función con los mejores sería avisar a las autoridades sobre lo que está sucediendo”, finalizó Jennifer.
Hoy esta ayuda la puedes encontrar en la página del Frente Nacional Contra la Violencia Vicaria, en ‘X’ están como @FNCVVICARIA, en Facebook como Frente Nacional contra Violencia Vicaria y en Instagram como @frentenacionalviolenciavicaria.
Consejos para tratar a un niño que vivió violencia familiar
Jennifer dio algunos consejos para que las madres reciban a sus hijos después de la separación.
-Por toda esa agresión y manipulación que sufrieron los niños, bloquean sentimientos y hasta pueden tener el Síndrome de Estocolmo al tener nexos cariñosos con quien se los llevó, y cuando regresan a los brazos de mamá recibirlos con abrazos y mucho amor, los abre para empezar a dejar eso atrás.
-Además hay que tener mucha paciencia y tolerancia con ellos.
-Es importante que mamá y papá estén bien, pero sobre todo darles mucho amor
Tips contra la violencia vicaria
Sobre la violencia vicaria también sugirió algunos puntos para las mujeres.
-Primero ponerse a salvo ella y sus hijos porque el momento más peligroso es cuando decide separarse del violentador.
-Luego denunciar lo que es su derecho.
-Acercarse a una red de ayuda porque en ese momento te sientes sola, pero si ves esta bandera roja entender eso y tomarlo con la importancia necesaria.