RESPETO POR EL BALÓN
Arroceros cumplen 70 años, exjugadores comparten su experiencia en el equipo
(Foto: Especial)
Una historia escrita con base en la lucha, esfuerzo, trabajo, amor y respeto a la camiseta y los colores que la han distinguido, es la de los Arroceros de Cuautla.
El verde de la vida, combinado con el amarillo del arroz, (por sus orígenes en la zona arrocera) le dan identidad a la escuadra que llegó a sus primeros 70 años de vida.
Dos voces autorizadas, que vistieron sus colores en los inicios de la década de los años 70, como son Humberto ‘Beto’ de la Cruz Sánchez y Francisco Javier Sánchez Naranjo, recordaron una parte de esta historia, en la que anteponen el amor y respeto a sus colores.
“Fueron otros tiempos, definitivamente, el dinero alcanzaba y además los propios aficionados, comerciantes y toda la gente que siempre estaba presente, apoyó incondicionalmente al equipo. En las buenas, en las duras y las maduras, hasta alcanzar los ascensos al máximo circuito y también en los descensos”, explica De la Cruz.
Por su parte, Sánchez, entre lágrimas de felicidad, recuerda aquellos momentos que hasta la fecha han marcado su vida personal, familiar y laboral:
“Fuimos muy afortunados de jugar en el Cuautla. Formamos un equipo llamado Cuautla juvenil, de donde surgieron varios elementos al primer equipo, reforzados con otros jugadores de la región y del país, para dar identidad y el nombre que muchas generaciones posteriores continuaron defendiendo, siempre por amor al futbol”. Recortes de periódicos y dos mentes lucidas y brillantes, que reflejan, el cariño por los colores de la institución.
CHÉCALO
El verde de la vida, combinado con el amarillo del arroz (por sus orígenes en la zona arrocera), le dieron forma a la escuadra que llegó a sus primeras siete décadas de triunfos.