REVIVE MOMENTOS CRÍTICOS
San Juanico: El bombero que enfrentó las llamas en San Juan Ixhuatepec
También reconoce haber sentido miedo, pero no se dejó vencer por ello
(Foto: Axel Sánchez)
Por Axel Sánchez
ESTADO DE MÉXICO.- El excomandante Rubén Vega González, hoy de 70 años, y con 44 de servicio, lideraba uno de los turnos en la estación de bomberos de Cuautitlán, Edomex, el 19 de noviembre de 1984, cuando se registró la explosión por acumulación de gas en la planta de Pemex de San Juan Ixhuatepec, Tlalnepantla. Sin embargo, a pesar de la lejanía de la estación, a los vulcanos se le solicitó ayudar en la zona de la tragedia.
“Yo recuerdo que nos encontrábamos haciendo talacha —así le decimos a la limpieza de las unidades y de las instalaciones y el acomodo de los equipos para entregar al turno entrante. De repente, escuché un ‘bum’, pero muy lejano, y volteo y se alcanzaba a ver cierta iluminación, no le tomamos gran importancia y seguimos en lo nuestro”, relata.Rubén cuenta que poco después sonaron las alarmas, solicitando el apoyo. “Ya íbamos avanzando y se comenzaba a ver gente en todos lados, y las unidades de la policía abriéndonos paso”.
El extragahumo relata que en ese tiempo no había chaquetones como los que ahora portan los bomberos, eran impermeables que solo cubrían del agua, junto con un casco de metal, por lo que al ingresar a la zona, los impermeables se adherían al cuerpo, por las altas temperaturas. “Recuerdo que cuando llegamos, el sonido del fuego era impresionante”, revive.
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El excomandante narra que conforme caminaban se veían pedazos de tubos clavados en el suelo y que debido a la explosión salieron volando; había tanques y camiones quemados. “Los únicos con vida adentro éramos los bomberos y elementos de la Cruz Roja”, dice.
Vega señala que pese a las circunstancias complicadas para laborar en la zona, los vulcanos hicieron todo lo que estuvo en sus manos para minimizar daños y evitar una explosión más grande; “en este trabajo si no tienes la debida preparación y la debida visión, no sabes si vas a regresar”.
También reconoce haber sentido miedo, pues hubo un momento en el que los apagafuegos del entonces Distrito Federal gritaron: “Se movió la esfera, se va a caer”.
“Corriéramos a dónde corriéramos, nos iba a alcanzar, así que nos dedicamos a trabajar”, esperando a que la esfera no explotara, recuerda el bombero.