Dama de compañía mejoró la vida de un taxista ¿cómo lo hizo?

Luigi tiene un taxi de reciente modelo, el cual no se habría podido comprar de no haberle tomado la palabra a una pasajera.

“Ya soy un hombre mayor, entonces una ocasión subí a una jovencita hermosa, como un maniquí, pidió que la llevara a un hotel de lujo.

“Ella es de charla amena, muy madura para su edad. Ya entrados en confianza, me solicitó que si podía esperarla dos horas. Primero le dije que no porque le iba a salir muy caro, pero me dijo que cuánto, le di la tarifa, sonrío, me dio la mitad por adelantado.

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“Poquito antes de las dos horas salió y la regresé al punto de partida. En el camino me contó que ella era escort. Me explicó con palitos y bolitas hasta que entendí.

“Entonces me propuso que, por mi edad y madurez, podría ser su chofer de cabecera, así ella le dice a sus clientes que su chofer la espera afuera y le da seguridad.

“La verdad lo pensé, pero la paga era buena y, además, podría trabajar cerca de su casa. Total que, al tiempo, me recomendó con otra amiga y bueno les doy servicio a las dos, lo que me paga la cuenta y todas las dejadas que doy por fuera es la ganancia.

“De esa manera, pude comprar mi coche nuevo y, aunque soy mayor, estoy al pendiente de su seguridad y todos salimos ganando. Perdone si no le doy mi nombre completo, pero lo que empecé como un trabajo para no aburrirme tras la jubilación, me ha mejorado mi vida“.

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