LOS ENTREVISTAMOS
Día de San Judas Tadeo: Milagros demasiado extraordinarios que mexicanos nos revelaron
Día de San Judas Tadeo: Milagros demasiado extraordinarios que mexicanos nos revelaron (Foto: Sergio Trejo, El Gráfico)
CIUDAD DE MÉXICO.- Desde ayer jueves, cientos de personas se dieron cita en el templo de San Hipólito y Casiano, ubicada en la esquina de Paseo de la Reforma y avenida Hidalgo, para agradecer los favores recibidos por San Judas Tadeo.
Luego de dos años de pandemia, la salud fue el principal motivo que los feligreses tuvieron para dedicarle una oración en su altar y recibir su bendición.
Uno de ellos fue Sergio Sarabia, vecino de la colonia Agrícola Oriental, alcaldía Iztacalco, quien asegura que con el favor de San Juditas recuperó la vista, tras quedar ciego.
Sin embargo, hoy no podrá participar en la celebración debido a que será intervenido quirúrgicamente de su ojo izquierdo, pero eso no le impidió llegar con anticipación para cumplir con la tradición que lleva a cabo desde 25 años atrás.
Sentado en una jardinera, Julio Valle caminó desde Tlalnepantla para agradecer que pudo salvarse de Covid-19, pese a que los médicos no le daban esperanzas.
Martha Patricia Cruz Rivera, originaria de Cuautepec Barrio Alto, tiene insuficiencia renal y aunque ha tenido complicaciones con los catéteres, logró acudir a su cita como cada 28 de mes.
Luis y María del Carmen vienen desde Tierra Blanca, Veracruz. La mujer tuvo un accidente donde se quebró la pelvis y el brazo, por lo que vino a dar gracias por estar en pie.
Su hermano, pese a su ceguera, ve una luz en la fe que le tiene al apóstol.
“Vengo a darle gracias a Dios porque quedé ciego y volví a ver, lo hago con mucho fervor y, sin necesidad de mandas, estoy a las plantas del señor”, dice Sergio, proveniente de la Agrícola Oriental.
“Los médicos me dijeron que ya no iba a vivir, me daban pocas posibilidades de librarme del Covid... Doy dulces por agradecer que Dios y San Juditas me salvaron”, nos contó Julio.
“Venimos desde Tierra Blanca, Veracruz, nos quedamos toda la noche y después de la misa de las 6 de la mañana, nos regresamos”, confesaron Luis y María del Carmen.
“Estoy enferma de insuficiencia renal y me la vi muy difícil, el santo me ayudó mucho, le pedí a él y a Dios, y gracias a ellos aquí estoy”, finalizó Martha Patricia.