A RECICLAR EL MACHISMO
Alejandra, la diseñadora de modas que cambió la máquina de coser por un camión de carga
(Foto: Ernesto Álvarez, El Gráfico)
Con un cojín a la espalda, Alejandra López Castañeda se las ingenió para alcanzar los pedales de un camión de carga y conducir su proyecto de vida.
Fue hace 8 años que decidió cambiar las telas, los desfiles y las máquinas de coser, pues es licenciada en Diseño de Modas, para emprender su propio negocio, aunque en el medio de reciclaje no es común ver mujeres.
"No es lo mismo un hombre que una mujer, jamás, los hombres tienen un buen de fuerza. Ellos me echaban las cosas y yo era la que acomodaba", platicó.
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En el "Centro de Acopio México" ubicado en la colonia Maravillas, municipio de Nezahualcóyotl, "La Chaparrita" es la que manda, ya que es la dueña del lugar y la patrona de 20 personas, dos de ellas también mujeres.
Sin embargo, no se achica ante cualquier necesidad del negocio. Lo de andar sucia es lo de menos, dijo, bastan unos guantes para evitar cortaduras y una faja para no lastimarse la cintura.
"Si tengo que ir a recoger fierro voy, si tengo que ir a entregar material voy y lo entrego. Desbarató, cargo, acomodo, peso, pago... yo sé hacer todo como cualquier hombre", comentó Alejandra, de 41 años.
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Para transportar los colchones, latas, refrigeradores, papel, fierro viejo, estufas, cartón, microondas, pet, lavadoras, aluminio, cobre y bronce a recicladoras más grandes o fundidoras, "La Chaparrita" se hizo de un camión pesado.
Con 1.50 metros de altura, la patrona lleva y trae con pericia hasta 6 toneladas de material reciclable de otros municipios y a la Ciudad de México. Arriba del asiento se ve enorme, como la habilidad que ha adquirido para conducir un vehículo de esa dimensión y peso; además de ser de dirección mecánica y 10 velocidades.
"Desde chica empecé a manejar, mi papá me enseñó, siempre he manejado carro estándar. Una vez que me quedé sin chofer tenía que entregar y pues me tuve que ir, no tenía otra opción porque nadie de aquí manejaba", recordó.
"Las primeras veces en el camión me fui despacio y como que no iba manejando tan bien, pero ya después sobre la marcha pues ya le agarré bien la onda".
Alejandra va encaminada a hacer más grande su negocio y, así, darle trabajo a más personas. Sobre todo, la oportunidad estará abierta a las mujeres porque hay que apoyarse, aseguró.