ENSEÑA EN LA UNAM
¡Hay esperanza en la humanidad! Doctora en Neza da atención gratuita a los más necesitados
Promovió amparos para vacunar a los médicos privados
Foto: (Fernanda Rojas. El Gráfico)
Sarahí Hernández Pacheco trae en las venas el don de ayudar a la gente más desvalida.
Es hija de los doctores “Aurelianos”, como llamaban a su padre Aurelio Hernández Carrasco y a su madre María Pacheco Peña, los primeros médicos que ejercieron la profesión en Nezahualcóyotl.
De ellos heredó el humanismo, la empatía y la solidaridad, entre otras virtudes, para ofrecérselos a los más necesitados, a los que menos tienen, desde que era niña y asistía a sus padres en esa ardua labor de atender a los enfermos.
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“Empecé a ayudarles a mis padres a checar la presión, a medir, a pesar pacientes, a checar temperatura y después, cuando atendían partos sin dolor, yo les ayudaba a pasar un medicamento, para que medio se marearan las pacientes. Empecé a tener amor por la carrera porque vi lo bueno y noble que era, y lo mucho que se podía hacer por la gente tan pobre. Mucha de la gente no pagaba, incluso les pagaban a veces con un animalito, a veces con alguna prenda, a veces ni pagaban, la mayoría no pagaba porque no tenían, pero hacían esa labor y brindaban su amor a la comunidad”.
Después de ingresar a la entonces Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP) Zaragoza de la UNAM y de obtener el título de médico cirujano regresó a su alma mater para enseñarles a los jóvenes todo lo que ha aprendido en más de 30 años, primero con sus padres y luego con su carrera profesional.
Su hermano también es médico.
Tira paro
En últimas fechas, Sarahí les ha dado atención médica gratuita a los migrantes que llegan a Ciudad Neza, sobre todo haitianos, en su clínica ubicada en la colonia; como sabe francés los entiende.
Durante la pandemia, la doctora promovió amparos a través de la Sociedad Médica de Nezahualcóyotl, de la cual es presidenta, para que los médicos del sector privado fueran vacunados, pues los gobiernos federal y mexiquense les negaron ese derecho que sí les concedieron a los del sector público.
Un juez federal le otorgó la inmunización y siguió ayudando a los enfermos por el virus.