PARA SUPERAR MALES
El manantial sagrado de San Juan Diego y su historia que no conocías, en el Estado de México
El manantial sagrado de San Juan Diego y su historia que no conocías, en el Estado de México (Foto: Rebeca Jiménez, El Gráfico)
ESTADO DE MÉXICO.- El manantial sagrado de la casa prehispánica de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin prevalece y brota bajo los vestigios centenarios de El Cerrito, que es custodiado por pobladores, clérigos y por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), sitio que forma parte del acontecimiento guadalupano, que data de entre los siglos XV y XVI, señaló el cronista Jorge Rodríguez Fragoso.
El manantial de agua cristalina emana del suelo, bajo los muros de lo que fueron las viviendas prehispánicas de San Juan Diego y de su tío Juan Bernardino, construidas hace más de 500 años, sitio que fue recorrido por EL GRÁFICO.
El agua que brota “es un signo visible de la aparición de la Guadalupana, igual que sucede en los lugares donde se aparece la virgen Fátima, Lourdes, Tepeyac y Cuautitlán”, señaló el cronista.
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(Foto: Rebeca Jiménez, El Gráfico)
Los fieles vienen con sus botellitas y se las llevan a sus casas para bendiciones, indicó, además de que el agua de este manantial también se vende embotellada en la tienda del santuario de San Juan Diego. Muchos fieles le confieren atributos que les ayudan a superar enfermedades.
Ahí, en la casa de San Juan Diego se encontraron ofrendas prehispánicas con piedras de jade y obsidiana, similares a las del Templo Mayor en la CDMX y a las de Teotihuacán, de las que tiene registro el INAH.
El visitante puede recorrer estas viviendas prehispánicas de gruesos muros, donde se distingue un horno, así como la habitación donde se registró la 5ª aparición de la Virgen de Guadalupe, el 12 de diciembre de 1531, cuando el tío Juan Bernardino estaba enfermo de ‘cocoliztli’, una enfermedad mortal que aquejó a la población indígena, afirmó el cronista de Cuautitlán.
Los vestigios de la casa de San Juan Diego y de su tío se conservan en el subsuelo del Santuario de El Cerrito, en la avenida Guadalupe, zona limítrofe entre Cuautitlán Izcalli y Cuautitlán, a donde este año llegaron más de 50 mil fieles católicos, informó Jorge Rodríguez.
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