ESTADO DE MÉXICO.-“Las calles que recorrió Grisell haciendo activismo son las mismas que hoy sostienen su ficha de desaparición”, se lee en la página de Facebook “Buscando a Grisell”, quien desapareció desde el pasado 26 de marzo en el municipio de Tlalmanalco en la zona de Los Volcanes. Como en los tantos casos de desaparición y feminicidios que asesoró, la también abogada y criminalista no escapó a la dilación y negligencia de las autoridades, pues a pesar de que su ausencia fue reportada el mismo día, la Fiscalía de Justicia mexiquense (FGJEM) emitió la ficha de búsqueda hasta el 13 de abril. La última vez que su familia supo de Grisell Pérez Rivera –quien vivía en Nezahualcóyotl, pero atendía víctimas en este municipio- fue cuando avisó que ya se encontraba en el Fraccionamiento Santa María, donde habilitó el refugio para víctimas “La Cabaña de la Sabiduría”. “Esta casa ella la ocupaba para ayudar a las chicas que llegaran a necesitar ayuda, ella ahí las atendía, su hija tuvo el último contacto cuando Grisell le avisó que ya había llegado ahí, que al siguiente día se comunicaba, pero ya no supieron nada y cuando fueron a iniciar el acta no les hicieron caso”, narró Ana, una de las mujeres a las que ayudó. Con 38 años y 1.55 metros de estatura, la abogada ha dedicado los años recientes a su labor como activista y defensora de Derechos Humanos. El día que desapareció, vestía blusa color vino, falda corta negra y botines negros. Por más de 50 días, Grisell encabezó un plantón –el primero en la gestión de Andrés Manuel López Obrador- frente al Palacio Nacional para exigir al Presidente que reconociera que los feminicidios son una emergencia nacional y que se homologaran las legislaciones estatales sobre este delito. “Ella conforme van llegando las chicas a pedir su ayuda, ella se va involucrando más y más en esta situación hasta terminar metida en esto de ayudar a las chicas y tratar de buscar una solución para no tener miedo, ella como es muy noble y buena gente trató de ayudarnos a todas”, relató la mujer. Tras su desaparición, organizaciones como Amnistía Internacional, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos y la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos exigieron la búsqueda inmediata de Grisell. “La activista también colaboró para que se realizará el foro de Crímenes de Lesa Humanidad en ambas cámaras, mismos que fueron un espacio abierto para que familias de feminicidio denunciaran las omisiones en sus casos”, acompañaron las organizaciones junto a la ficha de búsqueda de la defensora. Como señas particulares, Grisell tiene cuatro tatuajes, la imagen de dos ángeles y dos águilas, en el lado derecho superior y la parte baja de la espalda, uno en forma de brazalete en el brazo derecho y unos delfines en el tobillo izquierdo, según se lee en las fichas emitidas por las fiscalías, mexiquense y de la Ciudad de México.