PROVOCO MIEDO EN LAS PRISIONES
Gumaro de Dios, el caníbal que aterrorizó al sur del país
Gumaro de Dios, un joven originario de Cárdenas, Tabasco y nacido en 1978, no tuvo una infancia fácil pues a la edad entre 6 a 7 años éste sufrió abuso sexual
(Foto: Redes sociales y Unsplash)
La historia de Gumaro de Dios Arias ha sido una de las que más ha impactado a todo el país, pues dicho hombre causó terror al devorarse un cuerpo humano, desde los órganos hasta los músculos a excepción de la piel, por ser muy dura, en palabras del caníbal.
Gumaro de Dios, un joven originario de Cárdenas, Tabasco y nacido en 1978, no tuvo una infancia fácil pues a la edad entre 6 a 7 años éste sufrió abuso sexual por parte de un familiar cercano, hecho que sin duda dejó un daño no sólo mental sino también emocional en de Dios Arias.
Según gente cercana a Gumaro, el tabasqueño desde niño comenzó a mostrar comportamientos extraños, pero por ser un infante no se le mostró mucha atención; a una edad más grande se dice que el originario de Cárdenas llegó a tener relaciones sexuales con una yegua, con la cual supuestamente el joven decía que tendría un hijo, además de afirmar que el animal se trataba de una mujer estadounidense.
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Diversas fuentes aseguran que el padre del joven Gumaro tuvo que lidiar en diversas ocasiones con éste, pues de Dios Arias era una persona muy floja que no quería apoyar a su progenitor en las actividades del campo, hecho que forzará a Candelario de Dios a enlistar a su hijo al ejército, con la esperanza de que con esta decisión su hijo se reformará.
Las cosas no pintaron bien para Gumaro en el ejército, pues durante su estancia ahí tuvo un altercado con un subteniente, por tal suceso el tabasqueño fue sancionado con el encierro, pero las cosas no se quedarían así, pues el cardenense tenía sed de venganza y el subteniente sería quien se la pagará, es por eso por lo que con cuchillo en mano apuñaló al militar en el tórax y en una pierna para posteriormente huir del lugar.
Tras su fallido paso por la milicia, Gumaro de Dios regresaría a la ranchería de sus padres, donde comenzó a consumir sustancias prohibidas, hecho que volvió su comportamiento aún más errático y violento, llegando al grado de violar su sobrino de tan sólo 1 año, situación que no se supo hasta tiempo después que el mismo de Dios Arias lo confeso.
Para el año 2000 el tabasqueño fue encarcelado en el penal de Cárdenas en Tabasco por el robo de una grabadora y 5 camisas, tras cumplir su condena en prisión, Gumaro ya no volvió al hogar que lo vio crecer, pues tras distanciarse de su familia prefirió migrar a Chetumal, la capital de Quintana Roo.
Durante bastante tiempo, de Dios Arias vivió con un perfil bajo y sin problemas en el estado costero de Quintana Roo, fue hasta 2004 que asesinó a un hombre, esto porque la víctima se habría estado burlando de Gumaro, ante tal acto, al tabasqueño no le quedo otra opción que huir nuevamente, creyendo que con esa acción sus conflictos se acabarían, pero su vida de asesino apenas comenzaba.
Gumaro de Dios se instaló cerca de la frontera entre México y Belice, en una región llamada Petén, ahí tiempo después conoció a quien fuera su pareja sentimental y una de sus víctimas, tratándose de Raúl González, quien al igual que Gumaro era un desertor del ejercito por robarse un arma de fuego.
Tras vivir juntos un tiempo en una palapa, cerca de la carretera Chetumal - Playa del Carmen y valerse de la prostitución y actos vandálicos para sobrevivir, dicha relación terminaría de la manera más horrible que uno pueda imaginar.
Un día, después de consumir alcohol y otras sustancias prohibidas, Gumaro le solicito a Raúl el pago de 500 pesos que le había prestado, y así adquirir más alcohol, ante esto González negó tener dinero para poder realizar el pago, lo cual desato la furia del cardenense, quien no dudo en tomar un cable de luz para proceder a golpear a su compañero, pero esto sólo era el inicio.
Tras quedar Raúl inconsciente por la golpiza, Gumaro lo colgó y tras despertar la víctima, el tabasqueño le exigió el pago de sus 500 pesos a lo cual Raúl respondió que se los había gastado, respuesta errónea, pues ante esto de Dios Arias golpeo al sujeto con un bloque de concreto hasta deshacerle la cabeza, para posteriormente dejarlo colgado.
La noche cayó y Gumaro en un estado intoxicado decidió probar el sabor de la carne humana, con un cuchillo mutilo el cuerpo e incluso abrió el tórax por la mitad para sacar los órganos y como si se tratará de una película de ciencia ficción Gumaro de Dios acudió a conseguir al día siguiente ingredientes que le dieran sabor a la carne de Raúl.
Después de devorarse diversas partes del cuerpo de Raúl, Gumaro también procedió invitarle carne a un hombre conocido de la zona, quien al ver el extraño aspecto de la carne e indagar más se percató de la escena de terror que había dejado el caníbal dentro de su casa, huyendo rápidamente del lugar para informar a la gente de la zona lo que sus ojos con terror habían presenciado.
La noticia se propagó rápidamente, hasta que un hombre de la comunidad decidió actuar y avisar a las autoridades, quienes al tener el reporte de lo que sucedía en la casa de el caníbal acudieron al lugar quedando impactados por lo que estaban mirando, pues Gumaro se encontraba acostado sobre una hamaca, abrazando únicamente el dorso de lo que fuera Raúl González.
Posteriormente de ser detenido y cobrar relevancia a nivel nacional el caníbal describió a los medios como preparo los trozos de carne de Raúl, además de agregar que el cuerpo de la víctima tenía un sabor a chivo y sin arrepentimiento acepto los cargos que se le imputaban.
Gumaro de Dios fue recluido en el penal de Playa del Carmen donde también aterrorizo a los mismos reos de la prisión, quienes siempre se mostraron atemorizados ante la presencia de el caníbal y temían ser el próximo platillo dentro de la dieta del tabasqueño.
Tras estar vagando entre prisiones y ser aislado en diferentes ocasiones de los otros reos, además de ser diagnosticado con esquizofrenia y paranoia, Gumaro de Dios el caníbal fallecería un 11 de septiembre del 2012 a causa del síndrome de inmunodeficiencia adquirida o SIDA en el hospital General de Chetumal a los 34 años.
El caníbal fue enterrado en su tierra natal en Cárdenas, Tabasco. Su historia fue tan impactante que el escritor Alejandro Almazán escribió un libro titulado "Gumaro de Dios el caníbal".