SU ESPOSO LA APOYÓ
Historia de una madre que asesinó a su hijo y pidió que la metieran a un manicomio
Apretó un cordón al cuello de su hijo para fingir un asesinato
Foto: (Archivo. El Gráfico)
Antes de reportar el robo de su hijo, Lorena Espada ató un cordón al cuello del bebé y lo apretó; el cadáver fue encontrado dentro de una bolsa de plástico en un terreno cercano al lago de Guadalupe de Cuautitlán Izcalli del Estado de México.
La mañana del 3 de enero de 1984, Aldo azotó en el piso cuando Lorena intentó colocarlo en una cuna para tranquilizarlo, llevaba media hora llorando por un dolor en el estómago.
El llanto del bebé, de 20 días de nacido, había desquiciado a su mamá, quien estaba viendo la televisión.
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Cuando observó a su hijo inconsciente sobre el piso, fingió un estrangulamiento para disimular que había sido asesinado por un “loco”.
INVENTÓ EL ROBO DE SU HIJO
Sin saber a dónde dirigirse, abordó su auto y salió de la casa en donde vivía, que se encontraba en la colonia Lindavista.
Mientras se dirigía a la vivienda de una amiga para contarle lo sucedido, cambio de decisión y condujo hacia el lago de Guadalupe de Cuautitlán Izcalli.
Después de arrojar el cadáver, se dirigió a una cocina económica para fabricar el robo de su hijo; al poco tiempo, acudió a unas oficinas de la policía.
Para evitar a las autoridades, Lorena solicitó a su esposo Marco Antonio Bañuelos que la sometiera a un tratamiento de calmantes porque estaba afectada.
Tras 15 días de búsqueda, el cadáver del bebé fue encontrado a unos metros del lago de Guadalupe.
Foto: (Archivo. El Gráfico)
TESTIMONIO
Después de cuestionar al trabajador de un local cercano en donde Lorena reportó el robo de Aldo, los uniformados comenzaron a sospechar de la mujer.
El día del incidente, el empleado vio a Lorena cuando bajó de su auto e ingresó a la “Súper Cocina” de la colonia Lindavista; 20 minutos después, salió del establecimiento mirando hacia todos lados.
Al ver al trabajador, la mujer se acercó para decirle que le habían robado a su hijo y caminaron hacia el coche.
Mientras Lorena explicaba que al niño lo dejó en el asiento delantero, el empleado dijo que no bromeara porque viajaba sola.
Cuando trató de calmarla y de ofrecerle el teléfono de su oficina para que hablara con la policía, la mujer se molestó y se retiró del lugar.
Foto: (Archivo. El Gráfico)
LLÉVENME A UN MANICOMIO
Luego de ser interrogada por la policía, la madre de Aldo entró en contradicciones y confesó la causa del fallecimiento de Aldo.
Después de meditar su respuesta, negó haber matado a su hijo, pero dijo que en su desesperación quizá lo arrojó al piso.
Además, explicó que si la policía no encontraba el cadáver iba a confesar porque le era imposible dormir por las noches.
“No lo planeé, quiero mucho a mi marido y al niño, aunque no fue planeado su nacimiento, también lo quería, pues era mi primero y único hijo”, declaró Lorena Espada.
Antes de ser consignada en el juzgado del Reclusorio Sur por el delito de homicidio imprudencial, la mujer pidió que la trasladaran a un manicomio.
Al enterarse de los hechos, Marco Antonio Bañuelos, esposo de Lorena, expresó que estaba destrozado por la muerte de su hijo; también manifestó que su pareja contaba con su apoyo.
Foto: (Archivo. El Gráfico)