EN TLAQUILTENANGO
Mamá habla de esto con nosotros tras desaparecer su hijo de 11 años, trabajaba en Morelos
(Foto: Especial)
MORELOS.– “Yo lo único que quiero y suplico porque ya no puedo más, yo siento que ya no puedo más con este dolor, yo lo único que quiero es que me devuelvan a mi hijo, lo demás no me importa, no me interesa. Si una persona me dice tu hijo está en tal lugar yo voy por mi hijo”, es la súplica de la señora María Inés, entre lágrimas, al no saber nada de su pequeño Antonio Alexander Mojica Salgado, de tan sólo 11 años, desde el jueves 30 de junio.
Según narra la madre desesperada, ese día su expareja llegó a su casa y se llevó a su hijo a trabajar con él a un rancho, como comúnmente lo hacía, pero desde entonces ambos desaparecieron en Tlaquiltenango.
“Todos los días a las 5:30 de la mañana me voy a trabajar, yo me despido de mis hijos en la mañana, les digo :‘ya me voy mis amores’. Ese día me fui a trabajar, llego a las 6 de la tarde de mi trabajo, a las 6:40 me avisan que no encuentran a su papá ni a él”, recordó María.
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Con ayuda de los habitantes de la colonia Emiliano Zapata, y de algunas autoridades, se organizaron e iniciaron con la búsqueda, tanto del adulto como del menor.
Fue hasta el sábado 2 de julio cuando la madre y dos de sus hijos encontraron, en el cerro, el cuerpo de Francisco Javier Mojica, pero del pequeño Alexander nada se supo.
A decir de la mujer, fueron 48 horas después de la desaparición que la Fiscalía General del Estado difundió la Alerta Amber, situación que para ella fue demasiado tarde.
“Dimos parte a la Fiscalía y hasta el sábado dan la Alerta Amber, que no entiendo por qué, si la debieron de haber dado luego luego para que localizaran a mi niño”.
Hasta este momento, el cadáver del padre del menor continúa bajo resguardo de la Fiscalía, pues debido a que fue hallado en estado de descomposición, se le tienen que realizar pruebas para confirmar si corresponde al hombre de 35 años.
La abuela del niño también extraña a su nieto y conserva sus juguetes en una bolsa, esperando a que regrese para dárselos y volverlo a ver sonreír y jugar, como antes de que empezaran a vivir su calvario.
Por si fuera poco, otra hija menor de María Inés tiene un tumor en la cabeza y está en tratamiento, por lo que la economía de la familia es difícil; mientras que su hijo más grande anda en busca de trabajo para poder ayudar a solventar los gastos.
La búsqueda sigue por parte de las autoridades, quienes afirman que extendieron las indagatorias hasta el estado de Guerrero, pero de Alexander no se sabe absolutamente nada.
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