DÍA DE LA NIÑA Y EL NIÑO

Natalia y Vanessa, niñas que nos confiesan por qué el cel ha sido su aliado ante el Covid

Natalia y Vanessa, dos niñas que encontraron en el celular la forma de distraerse por horas

(Foto: Luis Alcántar, El Gráfico)

Historias 30/04/2021 10:07 Luis Alcántar Actualizada 10:07
 

La pandemia no sólo ha desatado problemas de salud física, sino también mental. Esto se puede ver en los niños, quienes por el confinamiento ahora pasan la mayor parte del día frente a una pantalla ya sea jugando o viendo videos, lo que según especialistas puede modificar su comportamiento.

Para la psicóloga Yazmín Luna, en la mayoría de los casos, el que un niño pase tantas horas frente un monitor podría ser el reflejo de la ansiedad y la falta de atención que sufre, lo que ha aumentado durante el confinamiento.

“Uno de los problemas en esta época es que a veces los pequeños se quedan solos en casa y esto genera vacíos emocionales, que los menores buscan llenar con esta tecnología. Con estos juegos o videos los niños viven una realidad alterna; por ejemplo, si en casa se tiene un ambiente tóxico, lo que hacen estos pequeños es refugiarse en esa realidad alterna donde puedan estar tranquilos y felices”, comentó Luna. 

Para Natalia, de 9 años, el aburrimiento ha sido la característica principal del encierro por coronavirus y al no tener muchas opciones de entretenimiento pasa más de cuatro horas jugando con un celular.

“Mi juego favorito es Roblox, ahí puedes construir cosas y platicar con tus amigos o con otras personas, así se pasa más rápido el tiempo. Ahora sí estoy casi todo el día con el celular, pero antes me gustaba salir y hacer cosas, ir al parque... pero por el Covid ya no puedo”, platicó la pequeña.

Aunque se ha acostumbrado a no salir, Natalia espera con ansias el regreso a la normalidad y así recuperar su “libertad”.
“A veces sí me desespera el encierro y más cuando mi mamá no me presta su celular. Quisiera que ya fuera como antes y ver a mis amigos y salir a pasear”, dijo la niña.

Otro caso es el de Vanessa, de 11 años, quien juega en su computadora más de cinco horas diarias y aunque ha buscado otras actividades siempre vuelve a su rutina virtual.

“Juego Free Fire, también veo YouTube y chateo con mis amigos. Así es como me divierto, he buscado hacer otras cosas aquí en mi casa, pero me aburro; lo único divertido está en la compu”, comentó la menor.

La especialista asegura que no es culpa de los niños el contenido que consumen, pues la responsabilidad es de los papás que deben poner límites de tiempo y monitorear lo que ven.

“Como en todo, el exceso es malo, los pequeños deberían estar máximo una hora en internet”, indicó.

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