ESTE 14 DE DICIEMBRE

Oración del alma enamorada de San Juan de la Cruz

La "Oración del alma enamorada" es una de las obras más conmovedoras de San Juan de la Cruz

Oración del alma enamorada de San Juan de la Cruz

(Imagen: Internet)

Historias 14/12/2024 09:42 Rosario Paz Actualizada 09:42
 

La "Oración del alma enamorada" es una de las obras más conmovedoras de San Juan de la Cruz, místico y poeta español del siglo XVI. Esta breve pero profunda oración refleja la esencia de su espiritualidad y su concepto del amor divino.

La oración nace de la experiencia personal de San Juan de la Cruz durante sus momentos de contemplación y sus pruebas espirituales, incluyendo su encarcelamiento en Toledo. Es parte de sus "Dichos de Luz y Amor", una colección de pensamientos espirituales que escribió para guiar a sus hermanos y hermanas en la fe.

Lo extraordinario de esta oración es cómo expresa el anhelo del alma por Dios usando el lenguaje del amor humano, algo característico de la tradición mística española. San Juan de la Cruz se inspiró en el Cantar de los Cantares bíblico y en la poesía amorosa de su tiempo para expresar la relación íntima entre el alma y Dios.

Lee también: Santa Lucía: Historia, milagros y tradiciones en su día

La oración refleja los cuatro elementos fundamentales de la espiritualidad sanjuanista: el desapego de lo material, la búsqueda constante de Dios, el amor transformador y la entrega total. Para nuestras vidas cotidianas, nos enseña que el amor verdadero implica olvidarse de uno mismo para entregarse completamente al ser amado, en este caso, a Dios.

La Oración del alma enamorada de San Juan de la Cruz dice así:

 

"Señor Dios, amado mío:

Si todavía te acuerdas de mis pecados

para no hacer lo que te ando pidiendo,

haz en ellos, Dios mío, tu voluntad,

que es lo que yo más quiero,

y ejercita tu bondad y misericordia

y serás conocido en ellos;

y si esperas a mis obras

para por ese medio concederme mi ruego,

dámelas Tú y óbramelas,

y las penas que Tú quisieres aceptar,

y hágase.

 

Y si a las obras mías no esperas,

¿qué esperas, clementísimo Señor mío?

¿Por qué te tardas?

Porque si, en fin, ha de ser gracia y misericordia

la que en tu Hijo te pido,

toma mi cornadillo,

pues le quieres,

y dame este bien,

pues que Tú también lo quieres.

 

¿Quién se podrá librar de los modos y términos bajos

si no le levantas Tú a Ti en pureza de amor,

Dios mío?

¿Cómo se levantará a Ti el hombre,

engendrado y criado en bajezas,

si no le levantas Tú, Señor,

con la mano que le hiciste?"

 

Esta oración refleja la humildad y el anhelo profundo del santo por unirse a Dios, reconociendo que todo bien viene de Él y que sin su ayuda no podemos elevarnos espiritualmente. El término "cornadillo" se refiere a una moneda de poco valor, simbolizando la pequeñez de lo que podemos ofrecer a Dios en comparación con su gracia infinita.

Google News - Elgrafico

Comentarios