La oración por la Natividad de la
Santísima Virgen María es una expresión de veneración y gratitud hacia María, que celebra su nacimiento el 8 de septiembre.
"¡Oh María santísima! elegida y destinada ab eterno por la augustísima Trinidad para Madre del unigénito Hijo del Padre, anunciada por los
Profetas, esperada de los Patriarcas, y deseada de todas las gentes; sagrario y templo vivo del Espíritu Santo, sol sin mancha, porque fuisteis concebida sin pecado original, Señora del cielo y de la tierra, Reina de los Ángeles; nosotros humildemente postrados os veneramos”.
La festividad de la
Natividad de María se celebra desde el siglo V en Jerusalén. Este evento es considerado un preludio a la venida de Jesucristo, resaltando el papel fundamental de María en la historia de la salvación.
Su nacimiento es motivo de alegría, ya que simboliza la llegada de la esperanza y la luz al mundo, siendo venerada como la Madre de Dios y un modelo de fe y obediencia.
La devoción a María en su natividad también subraya su papel como intercesora y madre espiritual de todos los creyentes.