ORACIÓN Y CARIDAD

San Pío de Pietrelcina, el santo que recibió los estigmas de Cristo

Franciscano de origen italiano

San Pío de Pietrelcina, el santo que recibió los estigmas de Cristo

Foto: (X)

Historias 23/09/2024 07:00 Rosario Paz Actualizada 07:00
 

Hoy como cada 23 de septiembre celebramos la vida y obra de San Pio de Pietrelcina, a quien conocemos como el ‘Padre Pio’.

Este franciscano de origen italiano recibió los estigmas de Nuestro Señor Jesucristo, quien quiso asociarlo de una manera especial con su pasión y muerte en la cruz.

Con esto se convirtió en una ofrenda viva para cargar con los dolores y sufrimientos ajenos, consecuencias de la caída del ser humano.

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Francesco Forgione nació el 25 de mayo de 1887 en Pietrelcina, en la provincia italiana de Benevento, cerca de Nápoles. 

Se dice que, desde muy pequeño, manifestó su vocación religiosa y finalmente se entregó a la formación de su fe con los frailes capuchinos. 

Al momento de recibir los estigmas, el 20 de septiembre de 1918, al principio se manifestaron como unas pequeñas heridas, pero con el tiempo fueron haciéndose más profundas y ya no pudieron disimularse.

Los estigmas del Padre Pío lo hicieron rápidamente famoso por aquellos días, además de los milagros que según se manifestaban al obtenerlos por lo que él buscaba ocultarlos, a pesar de que grandes cantidades de fieles se congregaban para escuchar sus misas y observar sus heridas santas. 

De acuerdo con sus biografías, los estigmas del Padre Pío permanecieron abiertos durante 50 años y desaparecieron tras su muerte, ocurrida el 23 de septiembre de 1968.

En una carta escrita por el Padre Pío el 18 de enero de 1912, describió como fue su encuentro con el maligno.

"Él ha venido a mí casi asumiendo todas las formas. Desde varios días acá, me viene a visitar, junto con otros de sus espíritus infernales armados de bastones y piedras. Lo que es peor es que ellos vienen con sus semblantes. Tal vez cuántas veces me ha sacado de la cama y me ha arrastrado por la habitación". 

Por este tipo de situaciones al Padre Pío también se le consideró un exorcista. Cuentan que el demonio en una ocasión le grito que él le hacía más daño que el mismo San Miguel Arcángel.

El Padre Pío fue llamado ante la presencia de Dios el 23 de septiembre de 1968, después de varias horas de agonía, en las que repitió con voz débil “¡Jesús, María!”.

Durante la ceremonia de su canonización, celebrada el 16 de junio de 2002, San Juan Pablo II afirmó con contundencia: “Oración y caridad, esta es una síntesis sumamente concreta de la enseñanza del Padre Pío, que hoy vuelve a proponerse a todos”.

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