“Luego, cuando llegaron los taxis por aplicación, no le dieron importancia a la competencia, la minimizaron. Y siguieron en las mismas.
“Al ver eso, preferí vender mis placas, todavía me las pagaron en 40 mil pesos, ahora cuestan 20 mil y las compré en 80 mil, sólo perdí la mitad.
“De inmediato noté el cambio. Primero, porque no ando dando vueltas por la ciudad en busca de pasaje y gasto menos gasolina, sólo enciendo el celular y a esperar.
“Los viajes me salen solos, cuando muchos se quejan, pero en esta modalidad se gana mejor, se maltrata menos el coche y es un servicio diferente.
“Como se puede pagar con tarjeta y efectivo, dinero tengo diario. Además, tengo mis servicios por fuera, con conocidos, vecinos y pasaje que he conocido sobre la marcha.
“Por eso les digo a mis excompañeros de taxis emplacados que se pongan abusados, brinden un buen servicio, que no nieguen viajes, porque con esas actitudes y la competencia que ofrece mejor servicio, sus placas se van a devaluar más”, concluye “Drago”.
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