San Jerónimo: Patrono de los que Aman la Biblia

Este 30 de septiembre todos los estudiosos de la Santa Biblia están de fiesta ya que se conmemora la vida y obra de su santo patrono, el gran San Jerónimo.

Desde hace tiempo, la Iglesia católica ha reconocido a este hombre de fe como un hombre elegido por Dios para explicar y hacer entender mejor la Biblia, también se le considera como el santo de los traductores.

Jerónimo de Estridón, nombre con el que se le conoce en la historia, fue el gran traductor de la Biblia en el siglo IV.

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Su trabajo se caracterizó por su pulcritud y su profundo conocimiento en la escritura del hebreo, el griego y el latín, dejando una huella imborrable en la tradición interpretativa de la Iglesia.

San Jerónimo tradujo los distintos libros canónicos que componen la Biblia al latín, tomando como punto de partida los textos antiguos en sus lenguas originales, es decir, las versiones en griego y en hebreo del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, por encargo del Papa Dámaso I.

"Ama la sagrada Escritura, y la sabiduría te amará; ámala tiernamente, y te custodiará; hónrala y recibirás sus caricias”, es una de sus enseñanzas que han pasado de generación en generación.

Entre sus aportaciones de San Jerónimo está la corrección de la versión latina del Nuevo Testamento y después la traducción del Antiguo Testamento directamente del hebreo. Se sabe que empleó la Septuaginta (la versión de la biblia en griego), conocida como la Biblia Griega o de los Setenta, proveniente de Alejandría.

San Jerónimo murió el 30 de septiembre del año 420, de ahí proviene la fecha de su fiesta, además de que cada mes de septiembre, la Iglesia promueve entre los fieles el conocimiento y amor a la Biblia. Decía el santo: “Ignorar la Escritura es ignorar a Cristo”. Por eso se dice que es “El mes de la Biblia”, en su honor.