EN MORELOS
Sergio tiene 12 años, tapa baches y quiere una bici para hacer mandados y ayudar a mamá
(Foto: Carlos de la Fuente, El Gráfico)
MORELOS.- Sergio tiene sólo 12 años, pero a su corta edad conoce a la perfección lo que cuesta ganarse el dinero para ayudar a su madre con los gastos de la casa.
Entre polvo y los rayos directos del sol, pide dinero a los automovilistas que van de Jojutla a Zacatepec, a cambio de tapar algunos baches.
Desde las ocho de la mañana, el pequeño, acompañado de su madre, sale de su casa ubicada en el municipio de Tlaltizapán y se dirige hacia el libramiento Casa Blanca, donde inicia su “jornada laboral” de por lo menos cinco horas al día.
LA JORNADA
“Pues aquí llegamos con mi mamá desde las nueve de la mañana y lo primero que hago es echar agua del canal que pasa aquí, para que ya no haya polvo. Y ya después pico la tierra y la meto a una cubeta, y empiezo a tapar los baches”, relató el niño, quien a diario carga más de ocho cubetas con más de 10 kilos de grava para tapar los desperfectos de la carretera.
A cambio de eso, espera recibir algunas monedas de los automovilistas que circulan de Jojutla a Zacatepec o viceversa; sin embargo, como en todo trabajo hay días buenos y malos.
“Dice mi mamá que cuando es quincena nos llevamos hasta 200 pesos, pero a veces na’más los 100 pesos o menos. Ya con eso pasamos a comprar para comer y nos vamos a la casa”, compartió el pequeño.
Sin despegar la mirada de la carretera, para que no se le vaya a pasar algún conductor a quien pedirle unos pesos, Sergio narra que es el segundo de dos hermanos y que no cuentan con su padre, ya que desde hace varios años los abandonó.
Pese a las adversidades y limitantes, el menor cursa el quinto año de primaria, pero esta pandemia ha venido a complicar sus posibilidades de seguir estudiando.
Al no contar con un celular o una tableta electrónica, Sergio sólo recibe su trabajo escolar semanalmente por parte de su maestra, a quien le devuelve la guía los días viernes, para que evalúe sus tareas.
EN LA ESCUELA
“Pues voy bien, llevo nueves y ochos. Los viernes entregó mi guía y ya el lunes, la maestra me manda el trabajo nuevo”, contó.
El sueño a corto plazo de Sergio es tener una bicicleta, hacer mandados y cobrar 10 pesos y así, poder ayudar a su mamá haciendo algo que le divierta y le canse menos. Cuando crezca anhela ser policía para proteger.
“Ahorita lo que más deseo es una bicicleta, voy a hacer mandados y lo que cobre se lo daré a mi mamá, pero cuando crezca, quiero ser policía porque me gusta y quiero detener a muchos ladrones”, dijo el pequeño.
(Fotos: Carlos de la Fuente)