¿Tus hijos se aburren en misa? Te damos las 5 claves para que les guste

Jesús llamó a los niños y reprendió a los que les impedían acercarse a él, por lo que párrocos y catequistas aseguran que los padres no deben sentir miedo de asistir a Misa por temor a que sus hijos sean demasiado ruidosos o perturbadores.

Por el contrario, desde temprana edad los niños deben saber que la celebración de la eucaristía es justamente eso, una fiesta para la que nos vestimos y preparamos con entusiasmo y mucha fe.

¿Qué podrían hacer los padres para que se entusiasmen sus hijos al ir a misa?

Que tus hijos te oigan contestar. Es muy recomendable pronunciar bien, vocalizando, para que ellos oigan y aprendan. Echarles una miradita animándoles a que participen. La pasión es algo que se contagia.

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Cantar con alegría.

Las canciones son el deleite de los niños. Que no te dé vergüenza cantar en voz alta, recuerda que estás alabando y dando gracias a Dios.

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Ponte atento y reza.

Por ejemplo, después de la comunión, reza con mucha devoción y respeto, de rodillas si te es posible. Y si puedes hacer que alguno de tus hijos te acompañe, mucho mejor.

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No los regañes.

Si la Santa Misa se transforma en un campo de batalla para tus hijos sólo se generaría una mala actitud en ellos. Lo mejor es motivarlos e invitarlos sin obligaciones y castigos, comprendiendo que visitar la casa del Niño Dios es tan importante como ir con los abuelos o con sus amigos.

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Anticípate y cuéntales de qué se hablará.

Puedes hablar con ellos sobre los temas y las partes de la misa que vivirán el siguiente domingo. Con suficiente misterio, se verán atraídos por reconocer lo que les contaste y vivirán con otros ojos y corazón la misa de cada semana.

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