Pese a cirugía, pierde el brazo

Fue una cirugía de poco más de dos horas. En la sala de operaciones, retirar un molino que mutiló el brazo de Juan Manuel era su mayor complicación. 

A Juan Manuel García, un error le arrebato más de la mitad del brazo derecho.

La equivocación lo hizo ir de hospital en hospital, hasta llegar al central de la Cruz Roja, en Polanco.

Ahí llegó a bordo de una ambulancia y acompañado por los paramédicos que sostenían parte del motor de un molino de carne. De esa máquina pendía la mano machacada del joven Juan Manuel.

Fue una cirugía urgente. Los médicos que lo atendieron debían desarmar los restos del molino para salvar la vida del paciente de 19 años.

Así lo hicieron por más de una hora hasta ver los restos de una mano demolida y un brazo muerto.

Trabajaron hasta asegurar la vida de su paciente. Sólo después de terminar la cirugía, los doctores supieron que Juan Manuel trabajaba en una carnicería cuando se accidentó.

Fue el miércoles por la mañana. El carnicero molía carne en un establecimiento en la colonia San Juan de Aragón, en la delegación Gustavo A. Madero, cuando por error su mano alcanzó las aspas trituradoras.

Hubo gritos e intentos por liberarle el brazo; nadie pudo hacerlo, ni los policías, ni paramédicos, tampoco los bomberos.

Por eso, Juan Manuel llegó a la Cruz Roja con parte de la máquina pegada a su brazo, el que finalmente le fue amputado.