Familiares de Mara no se rinden, continúan con su búsqueda

Édgar Ávila

Gabriela Miranda López aparenta fortaleza, pero al hablar sobre su hija Mara Fernanda, quien desapareció el viernes pasado tras abordar una unidad de la empresa Cabify, se quiebra. 

“Estamos desesperados, con una angustia terrible, tristes, enojados, pero poniéndonos las pilas para buscar a Mara y dar con su paradero, y que esto no se quede así y aparezca”, reconoce en entrevista con EL UNIVERSAL.

Siempre habla en presente y jamás en pasado, por eso dice que a Mara le gusta hacer ejercicio, escuchar música y tener una excelente relación con su mejor amiga: su hermana. 

“Es alegre, pero no habla mucho con las personas que no conoce; con muchas amistades y ningún enemigo”, agrega.

Becaria en la licenciatura de Ciencias Políticas, con buenas calificaciones, Mara también pertenece a la mesa directiva de su facultad, a donde llegó hace año y medio, cuando decidió abandonar Veracruz para seguir sus estudios. Además, su hermana Karen Leticia también estudia en la UPAEP Relaciones Internacionales. 

Las primeras indagatorias señalan que Mara Fernanda estuvo el jueves en un bar de Cholula con amigos y el viernes en la madrugada solicitó un auto de alquiler de la empresa Cabify para que la llevara a su fraccionamiento, en San Andrés Cholula. 

Las cámaras de videovigilancia, según los familiares, detectaron la llegada del auto, pero ella no descendió y después la unidad se retiró.

Hoy, la familia celebra que la Fiscalía haya detenido al chofer, porque eso le da esperanza de que su hija regrese con vida.