Le cortan las alas a plomazos en la GAM

Por Alan Rodríguez

Javier se despidió de la chica con la que hablaba la tarde del viernes en Cuautepec, en la delegación Gustavo A. Madero. “Nos vemos luego”, le dijo sin saber que no volvería a verla, pues un gatillero lo asesinó y luego escapó a bordo de una motocicleta junto con un cómplice.

Según autoridades, el joven de 27 años, quien se dedicaba a vender alitas de pollo, salió al mediodía a pasear en las calles de la Unidad Habitacional El Arbolillo 2 y en el camino se quedó platicando con una amiga, con la que estuvo un momento antes de su muerte en la calle Virginia Fábregas.

Tras separarse de la joven, un hombre lo interceptó y sin mediar palabra le disparó en varias ocasiones.

BALA HIERE A SEÑO. Una de las balas acertó en la cabeza del muchacho, otra en la espalda, un par más se perdieron cerca del deportivo La Muela y el último proyectil dio de manera accidental en la pierna de una señora que caminaba por el lugar.

La policía se presentó de inmediato tras la balacera y lograron la captura de un sujeto, quien fue señalado por testigos como uno de los partícipes en el ataque. Paramédicos atendieron a la mujer lesionada y la trasladaron al hospital Magdalena de las Salinas.

Al lugar llegaron familiares de Javier, quienes lloraron su muerte y no daban crédito a su deceso, pues según la madre y hermana del difunto el joven no era problemático ni andaba en malos pasos.

“A lo mejor lo confundieron, porque Javi era buen muchacho”, declararon los familiares de la víctima.

La zona permaneció acordonada hasta el arribo de los servicios forenses, en tanto varios curiosos se acercaron para ver el cadáver y enterarse de qué murió “el chavo que vendía alitas” en la unidad habitacional, donde tenía poco de haberse instalado.