agresor sigue profugo
Cura de Cuautitlán no merecía la muerte, dicen feligreses
Feligreses acudieron a la misa de cuerpo presente en la Catedral de Cuautitlán Izcalli
(Foto: Armando Martínez | El Gráfico)
En el templo de Nuestra Señora del Carmen de la colonia Cumbria, en Cuautitlán Izcalli, todos comparten una creencia: nada de lo que pudiera haber hecho el padre Rubén merecía que lo mataran.
Así lo dicen feligreses y el sacerdote Arturo Montelongo, ex compañero de seminario del cura Rubén Alcántara Díaz, quien fuera asesinado el pasado miércoles 18 de abril al interior del recinto religioso.
Aunque ni él ni la comunidad de la iglesia de Cuautitlán Izcalli sabe la razón por la que el sacerdote fue acuchillado, dicen que “el padre no merecía castigo de muerte”.
Ninguno de los presentes en la misa de cuerpo presente, oficiada en la Catedral de Cuautitlán, se atrevió a confirmar que la muerte del sacerdote esté relacionada con una venganza por presunto abuso sexual.
Oran por él. Sólo rezaron y aseguraron que el miércoles por la tarde Rubén Alcántara se disponía a oficiar la misa de las 19:00 horas en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen. Pero no pudo hacerlo porque un hombre armado con un objeto punzocortante se acercó a la sacristía para atacar al sacerdote.
Tras cometer el homicidio, el hombre huyó de la parroquia. Afuera de la iglesia no hubo quien viera al agresor huir. A quien sí observaron fue a una mujer que salió del templo y que decía: “Acuchillaron al padre Rubén”.
descartan robo. En cuanto al móvil de robo, éste quedó descartado, pues no fue despojado de sus pertenencias. La Fiscalía mexiquense informó que los testigos ampliarán sus declaraciones, con lo que determinará si en el homicidio participó un hombre o fueron dos.