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CDMX.- El hartazgo y la desesperación de estar en una situación de violencia al vivir en la calle, llevó a Alma a pedirle ayuda a Abraham, pero no imaginó que su situación empeoraría. Ella terminó muerta al interior de una bolsa negra, que sus conocidos intentaron camuflejar en un basurero.
La tarde del domingo 16 de marzo, Alma se encontró a Abraham en calles de la alcaldía Iztapalapa. Se conocían desde hace al menos cinco años, y ocasionalmente se saludaban. Ese día Alma tenía golpes en el rostro y le pidió a Abraham que la dejara dormir en su casa. Él accedió.
Al siguiente día, Alma se encontraba más debilitada, ya no quiso comer y solo quiso seguir inhalando activo.
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Abraham se tuvo que ir a trabajar y dejó que Alma pasara el día en su casa, pero al regresar la encontró tirada e inconsciente. A los instantes se percató de que ella ya estaba muerta.
Al ver la situación, Abraham decidió meter el cadáver de Alma en una bolsa de plástico. Bajó al estacionamiento de la unidad habitacional y al salir a la calle vio pasar un mototaxi. Le pidió un viaje a una zona de basureros, ubicada entre las calles Andador 1 y Av. Texcoco, en la colonia Santa Martha Acatitla Norte.
Al llegar al lugar, el mototaxista le ayudó a bajar la bolsa. Abraham creyó que nadie los veía, pero en ese momento policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) que iban pasando por el sitio, se percataron de los hechos.
Ambos avanzaron unos metros, fueron detenidos calles más adelante por los oficiales.
Abraham, de 46 años, y el conductor del mototaxi, Raúl, de 39, fueron trasladados a la Fiscalía de Feminicidio, para la definición de su situación jurídica.
De acuerdo con reportes policiales, Abraham estuvo preso anteriormente por el delito de robo calificado agravado en pandilla.