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La sangre cruzó un tramo de la calzada Ermita Iztapalapa, frente al número 576, en la colonia Escuadrón 201. Ahí estaba el cuerpo de Óscar, de unos 25 años, quien murió tras impactarse en su motocicleta contra un vehículo particular y después fue aplastado por un camión.
“Yo sólo escuché el golpe y me bajé rápido, pero entré en shock y no quise mover el cuerpo”, relató el señor Jesús, dueño del carro negro, quien venía de Chimalhuacán, cuando ocurrió el siniestro.
Jesús todavía estaba pálido relatando a la policía que el muchacho golpeó con su moto Vento negra en la parte trasera de su carro. Todo ocurrió en cuestión de segundos, porque al conductor de un camión, perteneciente a la empresa Benítez Muebles y Mudanzas S.A de C.V, no le dio tiempo de frenar y arrastró a Óscar varios metros.
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“Ya no se movió, ni nada” , señalaron los testigos, quienes contaron que el joven murió casi al instante.
Cuando personal de Protección Civil llegó al lugar, ya nada pudieron hacer por él.
Casi dos horas estuvo su cadáver en la avenida, sin que nadie llegara a identificarlo. Personas pasaban y pasaban, pero nadie lo reconocía, hasta que a las 3:36 de la tarde un señor con sudadera roja llegó y rompió el cordón de seguridad.
Él se deshizo en segundos al ver el cuerpo de su familiar.
“!Óscar, por qué!”. El hombre no dejaba de repetir su nombre mientras se inundaba en llanto. Los policías le dieron chance de que se acercara a darle el último adiós.
Más conocidos del muchacho llegaron al lugar y le rezaron un padre nuestro, mientras el cadáver era retirado por peritos de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX (FGJCDMX).
Los vehículos involucrados, así como los dos conductores, fueron llevados al Ministerio Público para rendir la declaración correspondiente.
