Curiosos echan vistazo a casa de “El Ojos” en Tláhuac

Eduardo Hernández

Una casa de un piso ubicada la calle Simón Álvarez, en La colonia Conchita, delegación Tláhuac, despierta curiosidad. Es visitada por vecinos. Se acercan, se asoman para observar el interior.

Otros sólo se quedan unos segundos y miran los cinco impactos de bala que quedaron en el zaguán gris. Su interés es ver el escenario donde los marinos abatieron al presunto líder criminal, Felipe de Jesús “N”, alias “El Ojos”.

En un recorrido por el inmueble lo que salta a la vista es la primera mancha de sangre en el pasto, la marca está entre la puerta y una camioneta tipo voyager de la marca Chrysler, aparentemente ahí cayó el primer cuerpo.

Algunos curiosos empujan un poco la puerta que estaba asegurada sólo con un cordón de tela que colocó uno de los vecinos después de que la Marina se fuera.

La camioneta tenía 12 perforaciones por disparo de arma de fuego en el parabrisas del lado del copiloto, las mismas que fueron marcadas por peritos; en el asiento había manchas de sangre y una bolsa de mujer color verde, en el piso había basura.

Al adentrarse más al inmueble hay un espacio techado con lámina, pisos con azulejos bicolores y paredes rojas; ese es el punto donde perdieron la vida los acompañantes de “El Ojos”.

En este lugar había cinco sillas, una mesa con manchas de sangre y de otro fluido amarillento, un casco de motociclista y un rollo de plástico transparente; también había utensilios de cocina, como una vaporera, una tina, trastes, una hielera, además de un horno de microondas, mismos que estaban colocados entre estantes, el piso y una parrilla construida de ladrillo. Ahí cocinaban.

El inmueble incluye dos habitaciones de material, una de ellas estaba pintada de color beige y en una de sus paredes la dama de la Justicia fue dibujada con un tamaño de techo a piso, en ese cuarto había dos escritorios, un librero, una silla, un refrigerador y revistas, cuadernos y algunas identificaciones.

En el cuarto continuo se aprecia una pintura del mismo tamaño que la anterior, pero del escudo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); ahí había una cantina de madera, una bicicleta, herramienta e incluso una máquina de coser. 

Cerca de las 13:30 horas y ante la presencia de curiosos, la Marina arribó al inmueble, retiró el vehículo y colocó sellos de clausura.

“Era una delictiva organización amplia, violenta que había rebasado a la delegación Tláhuac (...) desde mi punto de vista no con toda la estructura de los que se denominan como cárteles”