CIUDAD DE MÉXICO.- Eduardo fue ejecutado cuando se negó a entregar 60 mil pesos que ocuparía para comprar un supuesto auto ofertado en las redes sociales.

Cerca de las 14:46 horas del lunes, Eduardo, quien era acompañado por su hermano, fue interceptado por dos sujetos en la esquina de las calles Amapola y Segunda Cerrada de Amapola, en la colonia El Tanque, en la alcaldía Magdalena Contreras. 

Al negarse a entregar una cangurera en donde guardaba dinero, uno de los agresores lo atacó a balazos y, tras arrebatarle el efectivo, huyeron del lugar de los hechos.

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Luego de escuchar los balazos, vecinos solicitaron la presencia de la policía y de paramédicos. Minutos después, sin indicar cuántos balazos recibió, paramédicos diagnosticaron que Eduardo de 38 años ya no contaba con signos vitales.

Ante las autoridades, el hermano de Eduardo no pudo proporcionar las características de los hombres que asesinaron a su familiar, tampoco proporcionó información sobre el tipo del vehículo que iban comprar.

Luego de revisar las cámaras de seguridad de la zona, las autoridades lograron identificar a los agresores y la ruta por donde huyeron, sin embargo, no hubo detenidos por el crimen.

La parca también ronda en Coyoacán

En hechos diferentes, parado en un esquina, Ricardo esperaba a que su esposa llegara con el desayuno, pero una pareja en motocicleta lo mató por la espalda, en la colonia Ajusco.

El ataque ocurrió ayer antes de las 11:00 horas frente al domicilio donde Ricardo vivía en la alcaldía Coyoacán, y es que a esa hora salieron a comprar birria en un local.

Mientras María José compraba la comida, el hombre de 26 años la esperaba parado en la esquina de Chichimecas y Moctecuzoma, ella ya había regresado a encontrarse con Ricardo cuando una motocicleta se detuvo detrás del hombre.

Fue el conductor, que no llevaba casco de protección, quien le disparó por la espalda en cuatro ocasiones; tras el ataque, la mujer vio escapar a los agresores.

Cuando los vecinos se acercaron a tratar de ayudarlo, la víctima agonizaba y cuando los rescatistas arribaron, ya había muerto, junto al cadáver quedaron los restos de la comida y cuatro casquillos.

Ante los agentes, la esposa dijo que además de comprar el desayuno, acudió a un local a recoger un vestido, que se metió a guardar cuando le dispararon a su pareja, Aunque los policías le pedían que enseñara el vestido, ella dijo que lo había guardado dentro de la vivienda, pero que no lograba hallarlo.