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Según lo dicho por los agentes, el ladrón saltó los torniquetes del Metro para después correr hacia la rampa de acceso al Metrobús y de ahí, arrojarse hacia las vías que cruzan por la estación.
A pesar de sufrir una descarga eléctrica, el sujeto trepó por la malla y brincó hacia la colonia Tifón, donde se desvaneció.
Sin embargo, algunos testigos cuentan otra versión. Dicen que el delincuente ingresó al paradero del Metrobús para brincar hacia la colonia aledaña y escapar. Pero ahí, los policías ya los esperaban y durante la detención hubo golpes.
Después lo arrastraron hacia una patrulla que lo llevó a la entrada del Metro Aculco. En ese lugar, los agentes pretendían que la víctima identificara a su agresor, pero al bajarlo del vehículo, ya estaba muerto.
Los paramédicos que confirmaron la muerte del delincuente dicen que él no presentaba quemaduras en el cuerpo por electrocución, pero sí una lesión en la cabeza y heridas en la espalda.
En otras noticias de la Ciudad de México, un mecánico terminó baleado luego de intentar auxiliar a dos personas que habrían sufrido un asalto en la colonia El Tanque, en la alcaldía Magdalena Contreras.
El hecho ocurrió la tarde del lunes, cuando dos personas que lucían asustadas acudieron a un taller mecánico, ubicado en el número 30 de la calle Membrillo, para pedir ayuda tras ser asaltadas por cuatro sujetos.
Ahí fueron recibidas por Ángelo Rodríguez Abundis, de 31 años, y su tío Eder Rodríguez Rivera, de 40 años, quienes al saber lo que les había ocurrido, tomaron algunas de sus herramientas y salieron para enfrentar a los delincuentes.
Sin embargo, antes de que los mecánicos se pudieran acercar a los hampones, que huían a pie, uno de éstos desenfundó su arma y disparó contra ellos.
Una de las balas atinó en el tórax de Ángelo, por lo que los mecánicos suspendieron su acto heroico.
Ante la tardanza de una ambulancia, el lesionado fue llevado en un auto particular al Hospital de Xoco, donde más tarde se reportó su estado de salud como grave.