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Al ver a su hijo herido, Ana Lilia solicitó la ayuda de unos policías que pasaban por el lugar, mismos que solicitaron la presencia de una ambulancia y realizaron una breve persecución para detener al presunto atacante.
Minutos más tarde, paramédicos del SAMU confirmaron que el joven ya no presentaba signos vitales, a causa de varias lesiones provocadas con un arma punzocortante, por lo que su cadáver quedó bajo la custodia de los agentes, en espera de los servicios periciales.
Al ser entrevistada por los agentes de Investigación, Ana Lilia contó que su hijo era adicto a las drogas y seguido se juntaba con las personas en situación de calle, sin pensar que uno de ellos lo terminaría asesinando.
Cabe mencionar que, tras las primeras investigaciones se informó que Andrés Uriel ya contaba con cuatro ingresos a reclusorios capitalinos por robo en distintas modalidades.