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Refiere el menor que estuvo secuestrado por cuatro días, en los cuales logró identificar a cuatro hombres y una mujer como los responsables del plagio; ellos les dieron comida y agua en todo ese tiempo y le pedían que trabajara para ellos, informando de actividades de grupos criminales y sobre todo, de la presencia de efectivos militares en aquella zona.
“Lo golpeaban en repetidas ocasiones y en diferentes partes del cuerpo; su dedo índice de la mano derecha se lo trataban de cortar con una cizalla”, se lee en la declaración hecha a las autoridades.
El chico se limitó a decir que no quería trabajar “de eso”, pues no sabía ni tenía idea de lo que estaban hablando. Luego dijo, una noche lo dejaron en un paradero y de ahí, solicitó ayuda a vecinos quienes lo llevaron a un hospital en Cuernavaca.
Una vez que el menor quedó en resguardo de las autoridades locales y luego de contactar a sus padres, fue llevado a un hospital de la Ciudad de México.
