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Los más recientes casos son el de Cynthia, de 23 años, quien habría sido asesinada por su novio o alguna persona vinculada con algún grupo delictivo; sin embargo, esto aún no se ha podido esclarecer ya que el dueño del establecimiento, ubicado en La Merced, se negó a mostrar las imágenes captadas el pasado 5 de julio, por las cámaras de seguridad.
Un día después, Natalia, una mujer transexual, de 30 años, fue asesinada de 12 puñaladas en un hotel de Tlalpan. El agresor fue detenido y el caso se investiga bajo el protocolo de feminicidio.
Días antes de estos crímenes, Elvira Madrid, fundadora de Brigada Callejera Apoyo a la Mujer ‘Elisa Martínez’, denunció que las trabajadoras sexuales deben pagar entre 100 y 500 pesos diarios al crimen organizado para ejercer la prostitución en diferentes zonas de la capital. Además, dijo que cerca del Monumento a la Revolución, son obligadas a vender bolsitas con drogas.
Aparte de las extorsiones y las agresiones, deben pagar entre 100 y 250 pesos de cuota cuando van a realizar un servicio de 15 minutos en hoteles de La Merced.
La asociación civil denunció ante la Fiscalía capitalina que en esa zona existen dos hoteles en donde menores de edad son prostituidas.
Cuando las mujeres intentan salir de la red de trata de personas, los padrotes las amenazan con acusarlas para que pierdan la patria potestad de sus hijos.
A diferencia del trabajo sexual, en los casos de trata de persona, las mujeres están bajo las órdenes de una persona que las explota.
Elvira Madrid también manifestó la falta de voluntad de las autoridades locales para continuar expidiendo el “tarjetón”, identificación que las amparaba de ser víctimas de extorsión, además de que las reconocía como trabajadoras no asalariadas.
Sobre la ola de violencia que vive el país, la directora del Colectivo Feminista “Cihuatlahtolli”, María de la Cruz Jaimes, manifestó que, en Orizaba, Veracruz, el crimen organizado las obliga a pagar 300 pesos y 500 a las personas transexuales para evitar que las levanten y las maten.
¡Los hoteles están asquerosos! No hay agua, jabón. Además, los condones del sector salud los revenden... Eso provoca que trabajen más tiempo para obtener el dinero que necesitan para comer”