Más Información
Pero en el estacionamiento, las víctimas fueron interceptadas por un sujeto a bordo de una motocicleta BMW y otro sujeto a pie, que descendió de un auto Sentra, quien se acercó a las víctimas para despojarlas de sus pertenencias, incluso forcejeó con una de ellas, y les disparó.
Tras revisar las videograbaciones de la plaza y de la ruta de escape de los agresores, las autoridades identificaron a al menos siete participantes –cada uno con una función específica–, cuatro vehículos y equipos de intercomunicación.
Ese día, Sebastián Omar “El Raya” y Claudia Ivette viajaban en la parte trasera de un auto Sentra blanco, que sirvió como “muro” para facilitar la huida del motociclista.
Además, el “investigado 1”, hermano de Sebastián Omar y líder de la banda, organizó la logística y eligió a las víctimas. Una mujer identificada como “investigada 2”, pareja sentimental del líder y quien el día de los hechos habría conducido el auto “muro” en el que viajaban los detenidos.
También identificaron a un “investigado 4”, quien fungía como “monitor”, es decir que vigilaba a las víctimas. El día de los hechos realizó esta acción a bordo de un auto VW Gol, que recientemente fue reemplacado para desviar las investigaciones.
Las indagatorias descubrieron a otros dos individuos más, aún sin identificar, uno de ellos, el “investigado 5”, quien es el hombre que conducía la motocicleta en tanto que el autor material identificado como “investigado 3” habría interceptado, amagado, despojado de pertenencias a las víctimas y disparado contra ellas. Uno de estos sujetos usó un casco, cuyas imágenes Sebastián Omar difundió en redes sociales.
Los detenidos fueron ingresados al penal de Tlalnepantla, donde fueron vinculados a proceso, con plazo de un mes para el cierre de investigación complementaria y medida cautelar de prisión preventiva justificada.
Con información aportada por la Asociación de Seguridad y Protección Bancarias (Seproban), las autoridades descubrieron que “Los Rayas” están relacionados con al menos tres robos similares en municipios del Valle de México y la Ciudad de México, por lo que incluso han sido emitidas fichas de búsqueda de sus integrantes.
Uno de los atracos ocurrió el 8 de enero de 2015 en un banco ubicado en el Centro Comercial Perisur de la Ciudad de México, donde habrían hurtado 109 mil pesos a un cuentahabiente.
Otro robo fue perpetrado el 12 de julio del 2018, en torno a una sucursal bancaria ubicada en Río Tiber, Colonia Polanco, donde habrían despojado 57 mil pesos a un usuario.
También serían los responsables de un asalto el 7 de agosto pasado en el municipio de Cuautitlán Izcalli, del cual se desconoce el monto.
En todos los casos, incluido el de Huixquilucan, los delincuentes operaron de la misma forma.
