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Los sujetos que habían disparado a quemarropa contra las víctimas habían logrado escapar a bordo de un vehículo, del cual se desconocían sus características.
De inmediato, los curiosos llamaron a los servicios de emergencia, por lo que, en cuestión de minutos, policías municipales y una ambulancia llegaron al lugar.
Tras ser revisados por los técnicos en urgencias médicas, las víctimas fueron diagnosticadas sin signos vitales, por lo que los agentes de la policía acordonaron sus restos en espera del servicio pericial.
Poco más de una hora después, personal de la Fiscalía mexiquense llegó al lugar de los hechos. Ahí, los peritos revisaron la zona en busca de evidencias, recolectando varios casquillos percutidos.
Posteriormente, los cadáveres de las víctimas fueron levantadas y trasladadas en calidad de desconocidas a instalaciones forenses donde se les realizaría los estudios correspondientes, y donde permanecerían hasta ser reclamados por algún familiar.
Hasta ese momento, se desconocía el móvil del crimen.
